Ya se que esta semana se estrena “La boda de Rosa”, el último filme de Iciar Bollain, una directora a la que admiro, pero no he tenido ocasión de verla, tampoco “Un amigo extraordinario” que, iba a estrenarse allá por los meses de febrero o marzo cuando todavía Tom Hanks era candidato al oscar de mejor actor pero si he visto una película australiana, “El glorioso caos de la vida”(118’) un canto a la esperanza y sobre todo a las ganas de vivir. Dirigida por Shannon Murphy, “El glorioso caos de la vida” es un drama que nos habla de una joven aquejada de una grave enfermedad que se enamora perdidamente de un chico algo mayor que ella, que trafica con drogas. Pero, evita el tono dramático de la película recurriendo al humor y ciertas excentricidades de los protagonistas.
Una relación
que no cuenta con el apoyo de los padres de la chica que buscan la manera de
protegerla de cualquier eventualidad que pueda perjudicar su frágil salud. Basada
en una obra teatral, la película habla de la familia, del paso de niña a mujer,
de la muerte, pero sobre todo el del amor.
La
protagonista Eliza Scanlen, a la que vimos el pasado año en el papel de Beth en
“Mujercitas” se confirma como una de las más firmes promesas del cine actual.
Sabe equilibrar un papel difícil en que debe entremezclar la dureza a la
enfermedad a que se enfrenta con las emociones e incertidumbres del primer
amor. Toby Wallace, un actor poco conocido fura de Australia, le da la réplica perfecta.
De hecho, ganó el premio de mejor actor emergente, en el pasado festival de
Venecia.
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