El lugar es
el apropiado. El Instituto francés de Madrid, muy cerca de la plaza de Colón ha
sido el lugar establecido por la distribuidora para el encuentro que voy a
tener con los codirectores y uno de los actores protagonistas de la película
"Theo y Hugo. París 05:59"
(Theo y Hugo dans le meme bateau"), que se estrena la próxima semana
en nuestras salas. Jacques Martineau parece más abierto, más extrovertido.
Olivier Ducastel en cambio, es más serio, parece menos dispuesto a la
entrevista. Ambos, que han codirigido ocho películas juntos, son bastante
altos, una estatura que contrasta con el
joven actor Geoffrey Couët, con aspecto un tanto aniñado y de poco más de 1.60.
Es agradable y habla bastante bien el español. Su compañero de reparto Francois
Nambot no ha podido estar en Madrid.
Ambos llevan
todo el peso de la película de principio a fin. Se conocen en el cuarto oscuro
de un club gay . Los primeros veinte minutos de metraje son muy
intensos y muestran relaciones de
sexo explícito. Quién vea solo esos 20' minutos se encontrará con un plano
secuencia donde la pasión y el sexo se desbordan. Cuando salen del club la
narración adquiere otros tonos, los
diálogos de dos jóvenes que se gustan y que posiblemente se han enamorado. Sobre ellos, como en otros filmes de
Martineau/Ducastel ( Jeanne y el chico
formidable" "L' arbre et le foret") también planea el
fantasma del sida.
(P) En su película se pasa del impulso
violento del deseo a una relación más sentimental. Sus protagonistas conversan
sobre sus aficiones, sus trabajas o sus esperanzas?
(Jacques M.) : A
mí me parece el camino normal, alguien conoce a alguien, se gustan, van
a la cama y se dejan llevar por el
deseo. Lo más difícil es lo que viene después. El deseo es una cosa pero
después hay que volver a lo cotidiano, a la realidad, y en la conversación que tienen ocurre algo muy
desagradable por lo que descubren...La cuestión para nosotros es como construyen esa relación después de
desfogarse y empezar a conocerse uno a otro.
(P) En cualquier caso, hay una reflexión sobre
el amor y la sexualidad
(Olivier D.): Nosotros cuando escribimos películas
pensamos menos en reflexionar sobre una cuestión u otra. Queríamos adentrarnos
en la sexualidad en el cine y que no fuese algo pornográfico. Nuestra intención
era filmar los cuerpos de esos chicos y
que la gente descubriese o redescubriese sensaciones. Después del club, en la
calle, el espectador comprobará la
ternura que muestran los protagonistas
tras satisfacerse mutuamente.
(P): Es muy llamativo ese plano secuencia de 20 minutos de duración en
que dan rienda suelta a sus deseos, la valentía que mostraron los protagonistas
por lo explícito de la escena. Como fue el rodaje?
(Geoffrey C.)
Fue agradable. Antes del rodaje construimos una relación de confianza
con los directores y nosotros dos nos ayudamos uno al otro, porque ambos
queríamos hacer esta película.
Todo era muy
preciso y seguimos el guión de 12 páginas, no hay improvisación. Eso sí, claro,
hay algunas cosas que no estaban escritas, por
ejemplo, lo que nos reímos todos después
del orgasmo.
El primer
dia de rodaje ya sabíamos cada uno que teníamos que hacer. Nos encontramos con los quince figurantes que
aparecen en el club nocturno. Durante el rodaje estuvimos desnudos todo el dia,
lo entendimos como si fuésemos naturistas y nos pareció normal...
El segundo
dia con Francois fue más fisico, mucho más fisico y acabamos bastante cansados.
Más que un encuentro sexual me pareció un encuentro deportivo. En la tercera
jornada se filmó la salida del club y el
cuarto día, en que nos adentramos en la
parte más lírica y emotiva, fue ya en el estudio.
(P) En su primera película, Olivier y Jacques, "Jeanne
y el chico formidable" de 1998, ya aparece
la cuestión del sida... En su
nuevo filme aprecio cierto didactismo en la forma de contarlo, como si se lo
estuvieran explicando a todos y cada uno de
los espectadores ...
( Jacques M.)Hace 20 años que hacemos películas
en que tratamos el tema del sida...Antes era una tragedia hoy, afortunadamente
lo es menos.... Hoy se va al hospital, se aborda el problema y hay una serie de
pautas a seguir. Lo que hicimos es narrar
la experiencia de dos hombres homosexuales que acuden al hospital a contar su problema y les acompañamos en todo
el protocolo, detallando el tratamiento
que deben seguir.
(P) Consiguen mucha naturalidad en los diálogos
.En el club no hay palabras, solo cuerpos que se abrazan mientras suena la
música. Cuando salen a la calle se van descubriendo uno al otro...Detallan como
viven, sus trabajos, sus inquietudes...
(Olivier D.) : En el
encuentro que tienen en el club hay una especie de estilización para
filmar la sexualidad. Era la puesta en escena que buscábamos
Cuando salen
al exterior todo es más fluido. Antes se conocían pero no se hablaban pero, a
mi juicio, esta situación en la película responde más a un planteamiento
cinematográfico que psicológico
(P) El tercer protagonista es la
noche-madrugada de París. Las calles solitarias con algún que otro vehículo
pasando cerca de ellos porque, entre
otras cosas, el presupuesto que tenían no les permitió pedir permiso para
cortar las calles...
(Jacques. D). Es cierto. Teníamos muchas ganas de
filmar nuestro Paris nocturno, del centro y del este, con una perspectiva real
pero también desde el imaginario de dos personajes solos, ajenos al resto del
mundo.
No fue por
una cuestión del dinero sino porque nos gustaba la idea y que pudiese plasmarse
de forma espontánea, natural, lo que es la vida en la ciudad .
Recuerdo la noche que salimos del club y nos
encontramos con la calle Saint Denise completamente vacía, nos pareció
fabuloso... Creo que además, la película, es un canto de amor a nuestro París y en
particular a ese barrio de Saint Denise, donde vivimos los tres, y en el que desgraciadamente, algunos meses
después del rodaje, se produjeron los atentados que acabaron con la vida de
tantas personas. Ahora incluso contemplándolo, después de hacer la
película, nos inspira más amor y mas afecto todavía del que sentíamos por él.
Geoffrey añade que posteriormente
hubo gente que les escribió agradeciéndoles que gracias a la película se habían
reencontrado con el barrio y a mi particularmente me ayudó a familiarizarme con
la calles del barrio, con cada rincón que antes pasaban más desapercibidos.
(P)Quería formularles una última pregunta. Ya
llevan ocho películas en su filmografía y seguro que van a continuar. ¿Emplean
algún método de trabajo específico?, ¿Cómo se ponen de acuerdo al rodar tal o
cuál escena?
(Jacques y Olivier): El método de trabajo es la costumbre.
Con el paso de los años hemos encontrado cada uno nuestra parcela, siempre
hemos evitado el conflicto...Intentamos
comprender al otro y entender su punto de vista sobre una u otra cuestión. Al
fin y al cabo nuestro cine es una
cuestión de compromiso.
Pero no es
un método exclusivo para nosotros dos. Lo aplicamos a todo el equipo desde el
operador o los técnicos hasta los actores... No hay secretos hay diálogo.
Después de más de media hora hemos llegado al final de la conversación,
En un rato tienen que irse a una emisora de radio y el calor plomizo sobre Madrid
no invita a muchos paseos. Observo de nuevo ese París menos conocido para los
turistas, tan bellamente fotografiado, y
me trae a la memoria una película
española de Rodrigo Sorogoyen, "Stockholm" que describía la noche en una ciudad como Madrid, con una
pareja que acaba de conocerse. Son dos noches distintas pero ambas nos traen la
magia de las ciudades cuando son sólo para nosotros. Son noches que imaginamos de
pasión, amor, sueños y en definitiva vida...
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