Se han cumplido prácticamente todos los pronósticos y los Goya hablaron andaluz. “La isla mínima” hizo gala de su
condición de favorita y se llevó diez premios Goya. La película de Alberto
Rodríguez consiguió los de mejor
película, director, guión, actor protagonista(Javier Gutiérrez); actriz
revelación(Nerea Barros).además de la excepcional fotografía de Alex Catalán o
música original compuesta por el gaditano Julio de la Rosa.
La XXIX edición de los Goya fue, una vez más, la fiesta del
cine español. Nominados y no nominados se dieron cita en el Centro de Congresos
Príncipe Felipe para vivir una noche que, pese al buen oficio de Dani Rovira,
se alargó de forma interminable hasta las 3 horas y 40 minutos de duración. No
por mucho decirlo van a conseguir reducir la duración de la gala porque todos
quieren su minuto de gloria y reivindicar nuestro cine en el año en que pese a
las dificultades y la crisis ha conseguido unas cifras espectaculares en cuanto
a calidad de las películas, espectadores y recaudación. Lo recordaron, de alguna manera, los intérpretes
y cantantes que iniciaron la gala con un “Resistiré”,
intercalándolo con imágenes históricas
de nuestro cine y resaltando que pese a
todo y a todos ahí sigue luchando por superar los malos momentos.
No fue una gala excesivamente crítica. El presidente de la
Academia, Enrique González Macho recordó en su discurso al ministro de
Educación y Cultura, Juan Ignacio Wert la
necesidad de reducir el IVA del 21 por ciento para la Industria del cine y sólo
Pedro Almodóvar en su presentación del Goya de honor a Antonio Banderas ,fue
tajante cuando dijo que en la gala estaban los amigos del cine y de la cultura
y que eso no incluía al ministro Wert.
El discurso de Antonio Banderas fue uno de los momentos más emotivos
de la noche. El actor malagueño se lo había preparado a conciencia y cada palabra, cada frase fue un ejercicio de nostalgia
y agradecimiento a su profesión pero al mismo tiempo fue una mirada para
adelante, porque Banderas, de 54 años, dijo que con el Goya de honor que
recibía, “comenzaba la segunda parte del
partido de su vida”.
El otro malagueño de la noche ,Dani Rovira recibió el Goya a
actor revelación por “Ocho apellidos vascos” película que no ha salido mal
parada porque también recibió los de mejor actor y actriz de reparto, Karra
Elejalde y Carmen Machi, respectivamente. Todos echaron de menos a su director
Emilio Martínez Lázaro quién, a pesar de haber dirigido la película más taquillera
en la historia del cine español, se quedó sin candidatura. Martínez Lázaro es
un director que ha sabido siempre conectar con el público (Amo tu cama rica o Al otro lado de la cama) pero que también ha
hecho un cine de corte intimista como “Palabras
de Max”, con el que ganó el oso de oro en el Festival de Berlín, o
excelentes thrillers como “La voz de su
amo”. Sigue siendo un valor firme de nuestro cine como también lo es Carlos
Marques-Marcet, quién se llevó el Goya a mejor director novel por “10.000 Km”, una película que entronca con los
problemas y dificultades de los jóvenes de hoy y que ya se llevó el premio a
mejor película en la última edición del Festival de Málaga.
Bárbara Lennie, fantástica en Magical Girl, cumplió todos los pronósticos, y ganó el Goya como mejor
actriz, dando el único Goya a la película de Carlos Vermut; mientras que
también se cumplieron las quinielas en mejor película europea(IDA); iberoamericana (Relatos Salvajes); animación(Mortadelo y Filemón contra Jimmy el
cachondo,que también obtuvo el Goya a mejor guión adaptado) y documental “Paco de Lucía: la búsqueda”.
La cordobesa India Martínez, junto al gaditano Riki Rivera y
el madrileño David Santisteban consiguió
el Goya a mejor canción original por “Niño sin miedo” de la película “El niño”, de Daniel Monzón que,
finalmente, obtuvo 4 de los 16 premios a los que estaba nominada.
Daniel Monzón es presente y futuro de nuestro cine, como lo
es el gran triunfador de la noche, Alberto Rodríguez que sigue superándose
película a película. El sevillano, desde hace quince años, cuenta prácticamente
con el mismo equipo técnico, un grupo de profesionales andaluces que sigue
haciendo buen cine, fuera de los circuitos habituales de Madrid y Barcelona.”El traje”, “After”, “Siete vírgenes”, “Grupo
siete” fueron ya avisos convincentes
que revelaban que estábamos ante un gran
cineasta que ahora, a sus 43 años, ha llenado de Goya’s su “Isla mínima”, una de las más grandes
películas españolas de los últimos tiempos.
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