Esta semana hay dos películas que se refieren a conflictos
sociales, a cuestiones que de una u otra forma afectan a toda la sociedad. Ya
me he referido en este mismo blog( ver 8-04-13) a la película “Rebelde” que denuncia la situación de los niños-soldado, una
realidad que es mirada con cierta
distancia desde Occidente, donde solo parece que afectan las cuestiones directas.
Posteriormente he asistido al pase de “Díaz: No limpieis esta sangre”, que relata la brutal actuación de
la policía italiana durante la cumbre del G. 8 en Génova durante 2001.
La policía italiana asaltó una de las sedes del Foro social,
cumbre paralela al G8, que congregó a millares de manifestantes, al considerar que los que estaban dentro eran
miembros de los grupos antisistema,
y no un grupo de unas noventa personas
entre estudiantes ,en su mayoría extranjeros y algún periodista que se preparaban para pasar
la noche en la Escuela Díaz, ante la imposibilidad de encontrar otro tipo de
alojamiento en la ciudad italiana
Preparados para el asalto |
“Díaz: No limpieís
esta sangre”, galardonada con los premios del Público en los festivales de Berlín
y Valladolid, se inicia con la actuación de un grupo anti-sistema destrozando un
banco y algunos coches. El director Daniele Vicari muestra la actitud violenta de
los anti-sistema , censurable a todas luces, como contraste a la actitud de la
inmensa mayoría de los jóvenes que se reunieron en Génova para mostrar su repulsa
a la reunión del G8, al considerarla
ajena, junto al FMI y el Banco Mundial, a todos los problemas sociales que
afectan a la humanidad como la pobreza, la violación de los derechos humanos o
el creciente deterioro del planeta. Vicari,
que incluye imágenes reales en su película, describe lo que ocurrió desde el
punto de vista policial; de los manifestantes; los periodistas y las víctimas a
consecuencia de la actuación indiscriminada y violenta de la policía contra los
jóvenes que asistían de forma pacífica al foro antiglobalización.
Cuerpos golpeados.Misión cumplida |
El director italiano describe como una botella lanzada contra
una patrulla de policía, pocas horas después de que muriera por un disparo el joven manifestante Marco Giuliani,
fue la excusa que dio origen a una de las más violentas actuaciones de las
llamadas fuerzas del orden italianas que, tras irrumpir en la Escuela Díaz, golpearon
con saña a todos, hombres o mujeres, jóvenes o viejos ,estudiantes o periodistas.
Muchos fueron hospitalizados y otros continuaron siendo vejados y golpeados en
la cárcel a la que fueron trasladados.
Para justificar lo injustificable la policía afirmó que eran
integrantes de los grupos anti-sistema, el llamado Bloque negro, e introdujo pruebas falsas en la Escuela Díaz,
como barras de acero o herramientas, que después se supo pertenecían a la
empresa que estaba restaurando el edificio, o dos cócteles molotov .
Querían más.Las torturas,las vejaciones siguieron en comisaria |
Hay varias sentencias internacionales que condenan al estado
italiano y siete años después de aquellos brutales sucesos un tribunal italiano
condenó exclusivamente a 15 funcionarios por abusos de autoridad, violencia, ultrajes
y torturas. El proceso sigue en marcha y todavía ninguno ha ingresado en
prisión.
Daniele Vicari, como hiciera hace unos años Stuart Townsend
con “Batalla en Seattle”, denuncia
los abusos y la impunidad policial en la sociedad occidental. El cine
contribuye a que no se olviden hechos como los relatados, calificados por Amnistía
Internacional como la “suspensión más
grave se los derechos democráticos en un país occidental, desde la finalización
de la II Guerra Mundial” . “Díaz. No
limpies esta sangre” es una película de ficción, aunque los hechos que
relata no son imaginación fueron realidad .
NO LIMPIEÍS ESTA SANGRE |
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