ALTA cierra definitivamente. No es una noticia
novedosa, ya lo sabéis, pero esta mañana he sentido una enorme tristeza cuando
las chicas de prensa me han confirmado
que hoy era el último pase de la distribuidora.
Han tenido
que pasar treinta años para volver atrás, para que las salas vuelvan a ser de
arte y ensayo, un lugar pequeñito, para enloquecidos por el cine que simplemente
buscaron y aún buscan algo diferente, algo que te haga salir de la sala
preguntándote,cuestionado o dialogando algunas de las secuencias o el sentido de
la película que acabas de ver. ALTA con 200 salas
hizo que ese mundo no fuera tan pequeñito y ahora ha anunciado que apenas
quedarán una veintena de cines.
Durante
treinta años, siempre que otras actividades profesionales me lo permitían, he
acudido a los cines Princesa a ver ese cine al que solo tenías acceso en
algunos festivales. Latinoamérica, el mundo árabe, el cine asiático, los países
del Este de Europa y por supuesto,muchos autores españoles,han llegado a nuestras salas gracias a ALTA y a otros distribuidores como Wanda, Golem, Vértigo y
Contracorriente que apuestan por esas otras cinematografías diferentes a
las que se consumen entre palomitas y bebidas con burbujas y a las que hemos
puesto gafas en tres dimensiones.
El cine
independiente, el cine de autor está tocado. Las televisiones públicas están
limitando cada vez más sus compras en beneficio del cine de Hollywood. El cine
europeo y no digamos ya el de otras nacionalidades no tiene hueco en las televisiones
y me temo que tampoco lo va a tener en las salas.
La muerte de
ALTA es una estocada en todo lo alto a ese
cine creativo y diverso que no se ha plegado a las majors. Van a acabar por no darnos opciones. Ya tenemos la
dictadura económica y la cultural, y la cinematográfica en particular busca
asentarse. Se eliminan cauces para la libertad de expresión. Está ocurriendo
con las distribuidoras y las salas; ya ha ocurrido con algunos festivales de
interés y otros como el de Lleida la Mostra Latinoamericana de Cataluña
perviven gracias al esfuerzo de unos pocos. Estuve la semana pasada en la clausura
de este certamen que nos ha traído lo mejor del cine latinoamericano…Ví tres
películas la argentina “El último Elvis”, de
Armando Bo,miembro de la tercera generación de cineastas del mismo nombre.La historia
de un perdedor, la de un amante del mítico cantante que llega a sentirse él mismísimo
Elvis; “La vida precoz y breve de Sabina Rivas”,
basada en la novela “La mara” de Rafael Ramírez Heredia, habla de corrupción, trata
de blancas y maras en las fronteras de
Guatemala con México y de este último país con Estados Unidos y finalmente “Mejor no hablar de ciertas cosas”, de Ecuador, que
describe a una familia de la alta burguesía ecuatoriana y que resultó la
premiada por el jurado., La primera de las citadas fue mejor opera prima mientras
que la segunda obtuvo el premio del público. Pues bien quién va a poder conocer
estas tres películas; quién con interés en conocer este tipo cine y no haya
podido estar en Lleida va a tener acceso a las historias que nos relatan…
Desaparecen las distribuidoras, desaparecen las salas y las televisiones, especialmente
la estatal y las autonómicas que deberían ofrecer contenidos de servicios miran
para otro lado, es decir a Made in USA.
Este es el
mundo feliz que nos están diseñando… Gracias a todos y cada uno de los que
habéis trabajado en ALTA por ese cine que nos habéis
permitido conocer y os deseo la mejor de las suertes .
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