LA SEMILLA DE LA HIGUERA SAGRADA: Cine de resistencia frente al régimen iraní

 

LA SEMILLA DE LA HIGUERA SAGRADA (Alemania, Francia.2024.168’)

DIR: Mohammad Rasoulof

INT.: Mhasa Rostami, Setareh Mileki, Missagh Zareh, Soheila Golestani

 

El cineasta iraní Mohammad Rasoulof está en el punto de mira de las autoridades iraníes que consideran que sus películas son un ataque al régimen de los ayatolás.

“La semilla de la higuera sagrada” es un thriller comprometido con la realidad y la represión que sufren los opositores al régimen iraní. Un filme con menos lirismo que las películas de Farhadi o Kiarostami y más cercano a la realidad de cineastas como Pahani y Abbasi .

Rasoulof retrata con determinación un régimen fanático y voraz que se aferra al poder llevándose por delante todo tipo de derechos y aplicando un brutal aparato represivo, en especial contra las mujeres que son víctimas permanentes y como contrapartida, las que más han alzado la voz contra las autoridades.

“La semilla de la higuera sagrada” es un drama familiar que se transforma en thriller. Recrea la vida doméstica de una familia con la madre y las dos hijas adolescentes y un padre nombrado juez de instrucción cuya actitud oscila entre el control, la represión o el miedo. Una madre que calla para proteger a sus hijas que , a través de las redes sociales y la actitud de algunas amigas, van conociendo lo que ocurre en su país, y el proceso de resistencia que hay, sobre todo entre las mujeres.

Hay imágenes reales de Teherán con las manifestaciones de protesta en 2022 por la muerte de Mahsa Amini, tras su detención por llevar el velo mal puesto… Esas imágenes salen de los teléfonos móviles de las protagonistas, integradas con precisión y verdad, en la trama.

Su cine, prohibido en Irán, como “La vida de ellos” que ganó en Berlín y que no pudo recoger por encontrarse en prisión, se sustenta gracias a los festivales   que le abren la puerta a las salas y las plataformas. “La semilla de la higuera sagrada” la rodó en secreto en Irán, siempre cubierto, ha contado,  con gorra y gafas oscuras .Cada vez que la policía acudía a pedir papeles un técnico de sonido lo suplantaba y el buscaba un lugar donde esconderse…Consiguió sacar la película del país y otra persona se encargó del montaje. Pocos días después de terminarla recibió su última sentencia judicial, por lo que huyó y presentó la película en Cannes.

A pesar de ser una película completamente iraní ha sido seleccionada por Alemania para optar al Oscar de mejor película en lengua extranjera.

Mohammad Rasoulof seguirá haciendo cine combativo contra un régimen que viola todos los derechos humanos. Sus películas son denuncia, pero también abren una puerta a la esperanza. Para Rasoulof la semilla está puesta hay que regarla para que crezca. RECOMENDABLE