10/30/2023

BELLINGHAM: UN ESPECTÁCULO

 


El sábado, después del Barca-Madrid comenté el partido con mis hijos y entre los nombres que barajamos para comparar a Bellingham con algún otros jugador, apareció el de Alfredo di Stéfano. Al día siguiente, leí en  El País, un artículo de Alfredo Relaño en que abundaba que nunca en su vida había pensado en comparar a un jugador con Don Alfredo pero que Bellingham está demostrando muchas de las virtudes que adornaron a la "Saeta rubia".

Yo apenas vi jugar a Di Stefano, solo en algún partido aislado al que me llevó mi padre antes de que me hiciera  socio cuando el jugador se había marchado ya al Español de Barcelona. Lo que si recuerdo es la "chapa" que nos daba cada vez que venía del fútbol y nos hablaba de la capacidad que tenía Di Stefano para estar en todos lados. Aparecía por el centro y abría a las bandas o daba un pase al hueco ; se presentaba en el área y remataba de cabeza, con cualquiera de sus pies y hasta de tacón. Era un nueve que estaba en todos lados porque le podíamos ver bajo la portería propia sacando un  balón bajo palos o a cortando con contundencia ataque rival . No temía limites y lo único que no le gustaba era perder ni a las cartas.

El Madrid de las primeras cinco Copas de Europa tenía jugadores extraordinarios como Puskas, Kopa, Gento, Rial , Santamaría... ver los resúmenes de aquellas finales o el partido completo del siete a tres frente al Eintranch de Frankfurt era disfrutar con unm fútbol espectacular. Un magnífico equipo  pero Di Stéfano siempre estaba un punto por encima . 

Era un jugador omnipresente como está ocurriendo con Bellingham, quien a sus veinte años está sorprendiendo a propios y extraños. Con un monumental disparo desde fuera del área igualó el partido contra el Barça y en el descuento marcó un  gol de oportunista, de delantero centro .

Aunque el nombre de Di Stefano se asome en este comentario, sobre todo por referencias de quienes lo siguieron con detenimiento, yo puedo comparar su juego con jugadores como Zidane o Cruyff , dueños de una extraordinaria clase y elegancia en  todos sus movimientos. Bellingham parece levitar como ellos y aparecer en el momento más oportuno. Gavi lo secó durante la primera parte pero cuando nadie lo esperaba, con dos acciones muy distintas, decantó el partido para el lado blanco. No jugó bien el Madrid pero tampoco lo hizo mucho mejor el Barça. Fue un partido muy táctico con un tempranero gol de rebote y el oportunismo de Gundogan ante la pasividad de Alaba, que llegó muy blando al despeje.


Después juego en el centro del campo con mayor posesión del Barca  que disparó en dos ocasiones al palo, una de ellas por un  nuevo error defensivo. Pasados los primeros diez minutos de la segunda parte el Madrid se hizo dueño del balón y comenzó a atosigar a una Barca metido atrás. Desafortunados Vinicius y Rodrigo, Bellingham cambió todo con un trallazo de los que se enmarcan. Era otro Madrid, y aunque el Barca salió de la cueva todavía quedaba el arreón final. Cuando ya en el descuento los dos equipos parecían conformarse con el empate. Bellingham apareció donde nadie lo esperaba Un rebote en el área   pero, hay que estar ahí, para cazarlo. El jugador inglés acalló el estadio de Montjuic mientras entonaba el "Hey Jude" con el que lo reciben en el Bernabéu y celebran su goles , haciendo acallar a  los Rollings,sus "satánicas majestades" , que cariacontecidos vieron que el equipo que sacaba la lengua en su camiseta fue silenciado por un chico de Stourbridge, una localidad de poco más de 60.000 habitantes a menos de 25 kilómetros de Birmingham.

No sé cuál será el futuro de este chico que ha caído de pie en el Real Madrid. No sé si continuará con esta racha extraordinaria pero si noto a un jugador diferente, de esos que aparecen con  cuentagotas en un universo llamado, fútbol.

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