A la espera de que vuelvan. Madrid, en Semana Santa sin lluvia, deja las calles vacías. Hasta los coches
tienen pereza de arrancar. Este sábado , como escribió Almudena Grandes(Mercado de Barceló) Madrid no ha empezado a ser Madrid y podría
ser cualquier otra ciudad.
Parece que el bullicio y el jolgorio se apagó en la
madrugada del miércoles al jueves cuando
los madridistas celebraron el triunfo de la Copa, en Cibeles. Muy poco les
queda a los atléticos de hacer otro tanto en la Liga. La visita será a Neptuno.
El Madrid ganó a un Barça decadente como justo una semana antes habían hecho
los atléticos en el Manzanares. Los culés sin Champions, sin Copa y muy probablemente
sin LIGA. Se habla incluso de vender a
Messi tras el Mundial. Que no lo digan muy alto porque a lo mejor se entera
Florentino y vuelve a los tiempos de Figo. Esperemos que no.
Ante de esta mañana de sábado, en la noche ,era posible
encontrar un lugar en que tomar algo, cuando en otros días no hay manera de
apoyarse en la barra.
Estuve en Manzanares el Real, en la sierra, cenando y
comiendo en el jardín, como en verano, y al regreso decidimos tapear y nos encontramos
con muchos lugares cerrados pero otros tantos abiertos y con escasa
concurrencia como “Txirimiri”, uno de
los clásicos de pinchos en General Díaz Porlier, entre Juan Bravo y Maldonado.
A recomendar la tortilla de patatas , el foie o las setas empanadas y algunos platos como el risotto con setas o las flores de calabacín rellenas de marisco.
Muy cerca, en Conde de Peñalver está uno de mis sitios
favoritos , “Cañadío” que en los dos
años y medio que lleva abierto en Madrid , es difícil encontrar el día en que
llegues y puedas sentarte a cenar. Ayer no fue una excepción pero, pasado un
rato, encontramos una mesa alta en el interior, en que pudimos completar el primer tapeo.
No pueden faltar las excelentes rabas de este
restaurante cántabro en que no hay ninguna tapa que no guste. Carnes, pescados
o verduras , incluso los huevos rotos que nos tomamos con patatas panadera y
foie. Aquí cambiamos la cerveza por el vino y en concreto el crianza de 2010 de
Sierra Cantabria (Rioja) que está excelente. Nos quedamos sin una de los
mejores tartas de queso, por no decir la mejor, que he probado en mi vida.
Quisimos reservar una ración pero ya no quedaba. Una pena que compensamos rápidamente
con unos gin-tonic, medios, porque tienes esa opción. Seguramente si te sientas
en la terraza te tomarás uno tranquilamente pero la opción en las mesas altas, dónde
no estás tan cómodo, me pareció acertada
y además a buen precio.
Este sábado quizá volvamos a irnos de expedición nocturna a ver
que certezas y qué sorpresas gastronómicas nos trae la noche de Madrid.
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