Si tiene usted un billete de 500 euros ya sabe que tiene para pagar medio traje. Elija pantalón o chaqueta, y espere a que le lluevan otros 500 para tener el modelo completo. Bueno si es usted una persona de confianza, presidente de alguna comunidad autónoma,pongamos por ejemplo, es probable que pueda llevarse el traje completo y que después alguien, ya veremos quién,pase por la sastrería para sacarse de la manga otro de esos billetitos de color indefinible.
Porque los billetes de quinientos existen. Que los veamos poco o que ni siquiera lo hayamos tenido entre nuestros dedos,también,pero alguien, el sastrecillo valiente, nos ha dicho que a él le pagaban con los susodichos papeles.
Ahora no encuentran las facturas, y la gente en la calle pide trajes para todos, como somos.No nos gusta ponernos de punta en blanco y cuando vemos que los regalan, hala a por ellos, pa pasear con la parienta o el pariente por las calles de Valencia, en estos días que todo se quema.Bueno algunos piensan que el fuego purifica nuestros errores y entonces tendremos raciocinio suficiente para comprender a quienes nos representan .Porque el error no podía ser de otra manera es de los ciudadanos , que viven en el limbo, y no son conscientes de lo que cuesta viajar , alojarse en hoteles decentes e ir vestido en consonancia.Son nuestros representantes y en el fondo a cada uno de nosotros,si somos valencianos, nos corresponde un hilillo ,no sé si deshilachado,de cada uno de los trajes que adquirió nuestro presidente.De las camisas no tengo constancia, tampoco de las corbatas,ni de calcetines ni de corbatas y de los calzoncillos mejor no tener, no vaya a ser que nos toquen los botones de la bragueta.
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