9/18/2025

LAS DELICIAS DEL JARDÍN: Colomo nos divierte

 

LAS DELICIAS DEL JARDÍN (ESP. 2025. 94’)

DIR: Fernando Colomo

INT.: Fernando Colomo, Pablo Colomo, Carmen Machi, Antonio Resines, Cumelén Sanz, María Hervás, Brays Efe, Luis Bermejo, Alexandra Prokhorova

GÉNERO: Comedia



Fernando Colomo no ceja en el empeño o, lo que es lo mismo, cerca de los ochenta sigue divirtiéndose haciendo cine y de paso haciendo pasar un rato más que agradable a los espectadores.

Este veterano que, alguna pifia si ha cometido, Miss Caribe, sin ir más lejos, abrió nuevas puertas a la comedia española allá por los ochenta con sus Tigres de papel o ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? y que, junto a películas como Opera Prima, de Fernando Trueba o Pares y nones, de José Luis Cuerda ayuda a conjugar lo que se llamó comedia urbana madrileña.

Las delicias del jardín, también tiene mucho de urbana y madrileña y una frescura que echaba de menos en otras películas de Colomo que tendían más a lo puramente comercial. Las delicias del jardín es heredera de La línea del cielo(1983) o la no muy alejada en el tiempo, Isla bonita(2015). Es una película más independiente, menos encorsetada y al mismo tiempo una comedia divertida y critica con determinados aspectos de la sociedad actual.


El propio Fernando Colomo y su hijo Pablo son los protagonistas de una historia que han escrito a cuatro manos. A Colomo padre ya lo hemos visto en muchas ocasiones actuando en alguna de sus películas o en filmes dirigidos por otros realizadores, mientras su hijo Pablo nunca había actuado en una película. Los dos , junto a la siempre eficaz y convincente Carmen Machi y las pocas, pero certeras apariciones de Antonio Resines ayudan a configurar una historia ingeniosa y muy divertida.

En Las delicias del jardín, Fernando Colomo interpreta a Fermín, un reconocido artista abstracto que se encuentra en plena crisis artística y personal. No tiene un duro y vive en un garaje después de separarse de Pepa (Carmen Machi) que sigue siendo su galerista y le anima a que participe en un concurso internacional para versionar el tríptico “El jardín de las delicias” de El Bosco.

Acuciado por las deudas establece una tregua con su hijo Pablo , que acaba de regresar de la India y que es artista como él, pero con el que mantiene muchas diferencias tanto de pensamiento como artísticas porque Pablo prefiere el arte figurativo.



Sobre estos mimbres Fernando Colomo dirige una de sus mejores películas en que aborda cuestiones como las diferencias generacionales; el tono neoliberal de los jóvenes actuales frente a los viejos socialistas y demócratas de los ochenta; las relaciones de pareja; el deseo que no se pierde nunca, ni cumplidos los setenta ;  las primeras citas a través de las redes sociales ; la mentira y la verdad del arte o la admiración por un Madrid urbano y la belleza de un museo como El Prado.

 Las delicias del jardín es una delicia, valga la redundancia. Diálogos y gags plenos de ingenio y una fotografía experimental de la mano del gran José Luis Alcaine que ha utilizado el teléfono móvil como contó en la presentación en Madrid.  En Las delicias del jardín asoma el cine de  Woody Allen , aquel que se mecía a tono de jazz en un Nueva York de “progres” cultos y que ahora , gracias a Colomo nos traslada a un Madrid reconocible y urbano en que sus personajes, como los de Berlanga, trasmiten una gran ternura.



Fernando Colomo lleva cincuenta años detrás de la cámara y menos premios que nadie. Unos, porque en aquella época, cuando empezó, no había Goya ni nada que se le pareciese y otros, seguramente, porque las comedias son denostadas por los académicos. Y a pesar de los tiempos que vivimos con  los Trump, Milei, Netanyahu, Putin, Orban, Maduro, Ortega, Kim Jong-un y otros iluminados que, afortunadamente aun , no gobiernan,  parece que hacer reír no tiene mérito.

CUATRO ESTRELLAS Y MEDIA





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