LAS
DELICIAS DEL JARDÍN (ESP. 2025. 94’)
DIR:
Fernando Colomo
INT.:
Fernando Colomo, Pablo Colomo, Carmen Machi, Antonio Resines, Cumelén Sanz,
María Hervás, Brays Efe, Luis Bermejo, Alexandra Prokhorova
GÉNERO:
Comedia
Este
veterano que, alguna pifia si ha cometido, Miss Caribe, sin ir más
lejos, abrió nuevas puertas a la comedia española allá por los ochenta con sus Tigres
de papel o ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? y que,
junto a películas como Opera Prima, de Fernando Trueba o Pares
y nones, de José Luis Cuerda ayuda a conjugar lo que se llamó comedia urbana
madrileña.
Las
delicias del jardín,
también tiene mucho de urbana y madrileña y una frescura que echaba de menos en
otras películas de Colomo que tendían más a lo puramente comercial. Las
delicias del jardín es heredera de La línea del cielo(1983) o la no muy
alejada en el tiempo, Isla bonita(2015). Es una película más independiente,
menos encorsetada y al mismo tiempo una comedia divertida y critica con determinados
aspectos de la sociedad actual.
En Las
delicias del jardín, Fernando Colomo interpreta a Fermín, un reconocido artista
abstracto que se encuentra en plena crisis artística y personal. No tiene un
duro y vive en un garaje después de separarse de Pepa (Carmen Machi) que sigue
siendo su galerista y le anima a que participe en un concurso internacional para
versionar el tríptico “El jardín de las delicias” de El Bosco.
Acuciado por
las deudas establece una tregua con su hijo Pablo , que acaba de regresar de la
India y que es artista como él, pero con el que mantiene muchas diferencias
tanto de pensamiento como artísticas porque Pablo prefiere el arte figurativo.
Sobre estos mimbres Fernando Colomo dirige una de sus mejores películas en que aborda cuestiones como las diferencias generacionales; el tono neoliberal de los jóvenes actuales frente a los viejos socialistas y demócratas de los ochenta; las relaciones de pareja; el deseo que no se pierde nunca, ni cumplidos los setenta ; las primeras citas a través de las redes sociales ; la mentira y la verdad del arte o la admiración por un Madrid urbano y la belleza de un museo como El Prado.
Las delicias del jardín es una delicia, valga la redundancia. Diálogos y gags plenos de ingenio y una fotografía experimental de la mano del gran José Luis Alcaine que ha utilizado el teléfono móvil como contó en la presentación en Madrid. En Las delicias del jardín asoma el cine de Woody Allen , aquel que se mecía a tono de jazz en un Nueva York de “progres” cultos y que ahora , gracias a Colomo nos traslada a un Madrid reconocible y urbano en que sus personajes, como los de Berlanga, trasmiten una gran ternura.
Fernando
Colomo lleva cincuenta años detrás de la cámara y menos premios que nadie. Unos,
porque en aquella época, cuando empezó, no había Goya ni nada que se le
pareciese y otros, seguramente, porque las comedias son denostadas por los
académicos. Y a pesar de los tiempos que vivimos con los Trump, Milei, Netanyahu, Putin, Orban, Maduro, Ortega, Kim Jong-un y otros iluminados
que, afortunadamente aun , no gobiernan, parece que hacer reír no tiene mérito.
CUATRO
ESTRELLAS Y MEDIA
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