7/15/2025

LA JAURÍA HUMANA CAMPA EN TORRE PACHECO

 





Las imágenes de un chaval de 16 años salvajemente golpeado por una docena de personas ,por su aparente aspecto magrebí, nos lleva a plantearnos qué está ocurriendo en nuestro país, en toda Europa contra esa caza al inmigrante que proclaman a los cuatro vientos los grupos ultraderechistas. ¿Dos personas han sido detenidas y los otros diez cobardes, dónde están?

La policía y la guardia civil tiene que detener a todos cuantos han protagonizado acciones violentas en Torre Pacheco y debe investigarse con firmeza la incitación al odio promovida desde las redes sociales mediante noticias, fotografías o videos falsos que alimentan la semilla de la irracionalidad y la violencia.

Es un movimiento organizado que ha acudido a los llamamientos de las redes y ha sembrado el caos en una localidad de 40.000 habitantes, en que menos de 7,000 personas proceden de la emigración. Hay muchas personas llegadas del Magreb o del África subsahariana que llevan veinte o treinta años conviviendo pacíficamente en esta localidad murciana. Sus hijos nacieron ya en España y tienen los mismos derechos y obligaciones que cualquiera de esos españoles de “pura cepa” que reivindican los Alvise o Abascal , ambos claramente descendientes de magrebíes , judíos o quizá, cristianos .

Ellos prometen que cuando gobiernen echarán a ocho millones de inmigrantes y sus descendientes y quizá ,entonces, tengan que ponerse a trabajar, como señaló Rufián en el Congreso, refiriéndose al líder de Vox.

No me imagino a los cachorros de la ultraderecha trabajando en la construcción, limpiando las calles, dedicándose al servicio doméstico o la agricultura o cuidado a los ancianos. Los que vienen de fuera, como hicieron los españoles cuando emigraron, se ocupan de los trabajos que no quieren los nativos.

En cualquier caso, si quieren echar a ocho millones de personas que se miren un poco el ombligo a ver si se quedan sin dirigentes poseedores de apellidos tan castizos como De Meer, Smith, Tersch o pseudo - periodistas como Ndongo.

Sucesos como los de Torre Pacheco nos retrotraen a lo ocurrido en El Ejido , en Almería hace un cuarto de siglo. Allí prendió la semilla del racismo y lo xenofobia y solo hizo falta una chispa, por muy pequeña que fuera para que la semilla vuelva a prender. La brutal paliza que sufrió un vecino de 68 años a manos de varios agresores , al parecer, todos de origen magrebí, alimentó el odio y la llegada de varios grupos “ultras” a la localidad murciana perfectamente orquestados para sembrar el caos. Hoy siguen las convocatorias y las amenazas , a pesar de que los agresores han sido ya detenidos.

Hay que responder a la violencia ultra no con violencia y si con sentido común. No puede permitirse que los ultras sigan campando a sus anchas y sean arengados desde los partidos de la extrema derecha que, hacen todo lo posible por socavar el estado de Derecho.

No puede ser que desde organizaciones próximas a estos partidos como Hazte Oír, Manos Limpias o Abogados Cristianos planteen todo tipo de querellas contra quienes consideren oportuno y no reciban la misma moneda desde organizaciones democráticas los ultras de Torre Pacheco o los promotores de mensajes de odio desde las redes sociales.

No puede mirarse para otro lado ante el creciente avance de la extrema derecha en Europa. Están en juego los valores democráticos y el bienestar de todos. No nos engañemos. La ultraderecha no quiere la democracia, se está amparando en ella para crecer como hizo Hitler que, en 1933 se hizo con el poder en Alemania, tras impedir que otros partidos concurriesen a las elecciones. No hay nada como beneficiarse de la libertad y los beneficios de un sistema democrático para luego, desde el poder, aniquilarlo.

La democracia debe defenderse y recurrir a todos los métodos legales de que disponga para poner freno a esta ola ultra que busca acabar con la convivencia. Hay que erradicar las jaurías.

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