LAS PRINCESAS DE DISNEY
Quedan muy
lejos las cenicientas, blancanieves o bellas durmientes sometidas por
sus madrastras y solo soñando con encontrar un príncipe azul. Las mujeres Disney del siglo XXI son mucho más
combativas y resolutivas, capaces de superar sin ayuda de nadie cualquier
dificultad que se las presente. Ellas son la aventura y los hombres juegan un
papel secundario o complementario.
Han quedado
muy atrás las princesas rubias, algunas morenas, y sumisas y desde Pocahontas (1995), una heroína
india estadounidense, las jóvenes han cambiado de raza y de color. Pocahontas ,
indígena, espíritu libre, valiente , inteligente es la precursora de un cambio
que se ha extendido durante el siglo XXl, donde los personajes femeninos de
Disney han tenido un papel mucho más protagónico. Ya en 1992, en la última
década del siglo XX, Jazmín una princesa árabe, joven, fuerte e independiente
que anhelaba la libertad, disputaba el protagonismo en “Alladin” pero,
posteriormente hemos visto como han crecido las “princesas” asiáticas (“Mulan”)
afroamericanas (“Tiana”) o de una tribu del Pacífico Sur como es el caso de
Viana, cuya primera entrega data de 2016.
Los tiempos
están cambiando. Las sociedades son cada vez más multiculturales y Disney llega
a todos los países y a todas las razas. Los niños y las niñas que acuden a los
cines no hacen distinciones y disfrutan por igual con uno u otro personaje.
Sigue siendo gratificante escuchar las risas y los aplausos de los más pequeños
cuando acuden a la sala oscura con la mirada de satisfacción de sus mayores
que, seguro, volverán a la infancia durante la hora y media que suele durar una
película de estas características. No hay en las producciones de Disney la
misma crueldad que en las películas del pasado.
Con Disney
se sufre ahora menos. A ningún niño le gustaba ver morir a la madre de “Bambi”,
ni a “Blancanieves “ comerse la manzana, a “Dumbo” ser acosado ni por supuesto
a Cruella de Vil, dispuesta a acabar con todos los dálmatas. Tampoco queríamos que
nos creciera la nariz por mentir, como le ocurría a Pinocho.
Disney es un
auténtico imperio audiovisual desde que se creara en los años veinte del pasado
siglo y un remoto Mickey Mouse se convirtiese en el primer gran éxito de la
compañía creada por Walt Disney. Sus personajes han acompañado a generaciones y
generaciones y se han hecho imperecederos. La factoría Disney es una fábrica de
hacer dinero. La primera “Vaiana” recaudó 645 millones de dólares en todo el mundo
y no sería de extrañar que la estrenada este pasado fin de semana supere esa
cifra. “Vaiana 2”permite la posibilidad de acercarnos a otros mundos y a otras
culturas , a las tradiciones en las islas que pueblan el océano Pacífico y la
Polinesia pero, sobre todo a una joven indígena fuerte ,valiente y decidida.
(PUBLICADO en LA VOZ 2,12.24)
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