11/29/2014

NIÑOS


Esta semana cerré las páginas de una novela, “Viajo sola”.  Es una novela negra que relata las desapariciones y asesinatos de varias niñas. Su autor es el noruego Samuel Bjork, del que no había leído nada y  reconozco que me ha gustado mucho el tono narrativo y  la estructura de la novela. Consigue mantenerte en tensión página a página porque va encadenando elementos que, continuamente, abren nuevas posibilidades a la imaginación. Lo que lees, sin ninguna morbosidad por parte del autor, te hace imaginar las situaciones que vivieron esas niñas, todas de seis años , secuestradas por personajes desequilibrados  y en este caso y en otros muchos, influenciados por sectas religiosas.
En  cine he visto “Rastros de sándalo”, la historia de dos hermanas separadas durante su infancia. Una se quedó en India la otra fue adoptada por una familia de Barcelona. Lo peor es que la mayor de apenas diez años fue vendida a un proxeneta que intenta prostituirla.
 Lees esta voluminosa novela, ves esta sensible película  y al mismo tiempo ojeas los periódicos  o ves y escuchas emisoras de radio y televisión. Cada vez hay más referencias de violencia contra menores.
Esta misma semana hemos sabido del asesinato de tres niñas. En Asturias un hombre mató a sus dos hijas de 7 y 9 años y posteriormente se suicidó ; en Zamora  apareció el cuerpo de otra niña, junto a su madre de origen dominicano, a las que presuntamente asesinó el ex compañero  de la mujer … Las había matado hace cinco meses pero sus cuerpos no aparecieron hasta hace unos días. Siempre los cobardes van por los más débiles, por unos niños que son testigos y al mismo tiempo víctimas de pedófilos,maltratadores y asesinos.
Cuesta entender cómo se puede llegar a ese grado de maldad. Te lo preguntas también con  pedófilos como el de Ciudad Lineal, en Madrid  o aquellos que amparándose en su condición de sacerdotes son capaces de abusar de menores y  traumatizar casi de por vida a niños, a los que el Papa Francisco ha pedido perdón en nombre de la Iglesia. El Papa dijo esta semana refiriéndose a los religiosos de Granada, acusados de abusos, que  “vivo esto con dolor; pero la verdad es la verdad y no debemos esconderla”.
No hay que esconder que millones de niños en todo el mundo sufren el acoso y la violencia física de los adultos. No es una ficción  “Viajo sola” la novela que acabo de leer, es una realidad que no se detiene. También, en el cine constatamos esa realidad si vemos  “Rastros de sándalo”, porque hay países de Asia donde se mata a las niñas porque son una carga para la familia o se las vende como esclavas para trabajar en las casas de los ricos sin percibir ningún salario u obligadas a prostituirse.
Sentimos repugnancia porque ocurran estos hechos pero no somos capaces de ponerles freno. Lo único que ha cambiado es que ahora se denuncian muchos más casos que antes. Hay que luchar contra cualquier forma de violencia pero más si cabe contra la que afecta a los menores.

Leer estos libros, ver películas como la que cito ayudan a que nos concienciemos  cuando se acercan unas fechas que, en Occidente, tiene a los niños como protagonistas . Hay quienes se han empeñado en quebrar sus ilusiones.

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