BUSCANDO A EIMISH

Una metáfora de la vida. A la protagonista no le gustan los aviones por eso viaja en tren. Quizá llegue el momento de volar y emprender un nuevo camino. “Buscando a Eimish” es la opera prima de la guionista  Ana Rodríguez Rosell  quién ha construido una historia de corte intimista en que Lucas (Oscar Jaenada),un joven madrileño decide viajar por Europa para encontrar a su novia(Manuela Vallés) que le ha abandonado sin razón aparente.

La búsqueda de Eimish es la búsqueda también del propio Lucas que debe encontrarse a sí  mismo para conocer  el pasado de su novia a la que no conoce realmente. El tren desde Madrid le lleva primero a Berlín y posteriormente a Borghetto una localidad próxima a Verona.

Hoy,preparándose para posar nada más finalizar el pase

“Buscando a Eimish” es una historia contenida tanto en su narración como  en sus paisajes y los distintos escenarios que va componiendo. La utilización de  continuos flash-back contribuyen a que vayamos conociendo a Eimish, al mismo tiempo que el protagonista indaga en la vida de su novia con las pocas referencias que tiene.

Posando en el Festival de Málaga, uno de los certámemnes donde se presentó la película

Un antiguo novio (Carlos Leal); un amigo e integrante del grupo en que tocaba(Jan Cornet); la madre de Eimish (Emma Suárez) son personajes que van describiendo el pasado de Eimish ,una chica que anhela familia que nunca tuvo.

Hay otro personaje Lupo  interpretado por Birol Ünel , un  poeta de la calle que de alguna manera, con sus poesías, subraya lo que vemos en la pantalla… Lupo escribe sobre las personas que mas amamos , que son también las personas a las que sin querer, hacemos más daño.

Quizá ahí estaría otras de las claves de “Buscando a Eimish” que a mi juicio tiene sus mayores defectos en esa contención de los personajes que nos trasmiten cierta apatía y excesiva melancolía y en unos diálogos que  en momentos resultan superficiales y poco logrados  porque quizá  ha pesado mucho el hecho de convertirla en  una historia cercana, que de alguna manera identifiquemos como nuestra.

Ah y un penúltimo apunte Emma Suárez, como siempre, está espléndida en el pequeño papel que interpreta como madre de Eimish. Su aparición en pantalla nunca pasa desapercibida y los dos vestidos que luce en “Buscando a Eimish” hacen todavía más espectacular y sensual su presencia.

El último para decir que Manuela Vellés canta, con voz sugerente, el tema central de la película y que seguramente veremos a “Buscando a Eimish” en la búsqueda del Goya a la mejor dirección novel. Tiempo al tiempo

SI ES POSIBLE

Nunca me han gustado las películas de catástrofes.  El tono apocalíptico que utilizan la mayor parte de ellas o las escenas gratuitas repletas de sangre y cadáveres mutilados me han ido alejando de un subgénero que, sin embargo, es uno de los más agradecidos a las últimas tecnologías en materia cinematográfica. Además la mayor parte de estas tragedias salen de la imaginación de los guionistas y muy pocas se sustentan en acontecimientos reales, en hechos que han conmocionado a la sociedad mundial.

No es el caso de “Lo imposible”, la nueva película de Juan Antonio Bayona, quién nos sorprendió hace unos años con su opera prima “El orfanato”, y que confirma las expectativas que creó en su momento.

“Lo imposible”  es una crónica del horror. Una crónica despojada de adornos innecesarios y  que no busca incidir en el horror por el horror. Es una historia desnuda. La de una familia, que puede ser la de muchas otras, que pasa brutalmente de un estado idílico al peor de los infiernos.

Aquellas Navidades de 2004 en Tailandia no han  sido olvidadas por nadie. Bayona dedica los primeros minutos del metraje a situarnos en unas situaciones y parajes llenos de sensualidad y belleza. Todos los que están allí son  unos privilegiados que pasan las vacaciones que cualquiera de nosotros hubiéramos querido disfrutar. En unos instantes todo cambia. Naomi  Watts refleja en su rostro la extrañeza, la incredulidad y finalmente el horror cuando la ola arrasa todo cuanto encuentra a su paso. La imagen pasa a negro y ahí comienza la historia de la supervivencia.

 Lo azul es barro y lodo. Todo está destruido. En un instante la vida ha sido sustituida por la muerte. Todos queremos encontrar el soporte que nos agarre a la vida, como esos cuerpos que luchan desesperadamente contra la fuerza de la naturaleza. Bayona lo sabe contar apoyado en el relato de María Belón y su familia que sobrevivieron al tsunami que cercenó la vida de doscientas treinta mil personas en varios países de Asia. “Lo imposible” es también un  relato de la solidaridad, de la amistad o  del amor  que pueden llegar  a profesarse los seres humanos en situaciones límite. Hay también personajes egoístas pero son los menos.

El cine es arte, es entretenimientos, es industria. “Lo imposible” ha batido records de taquilla sin recrearse en la tragedia. Reflejando el estupor primero y la lucha contra el destino de una familia que sobrevivió al horror. Bayona y el guionista Sergio G. Sánchez lo han sabido contar.

 Hay una línea muy frágil entre la vida y la muerte. Aquello si fue posible y lo ha sido esta semana con el huracán Sandy que ha anegado la costa Este de Estados Unidos, dejando a su paso muerte y destrucción y que durante horas ha convertido en ciudades fantasma a algunos de los lugares más concurridos del mundo.

Nueva York en silencio, once años después de que se desmoronaran las Torres Gemelas. Nada es imposible.

REALITY y la sombra de Fellini

Matteo Garrone es un director que me sorprendió cuando vi su primera película “Gomorra” en que retrataba magistralmente el mundo de la Camorra napolitana.  Esta mañana, durante buena parte de la proyección de su nueva película “Reality”, me he sentido transportado muchos años atrás cuando la comedia italiana albergaba nombres como los de Federico Fellini.

“Reality” es una aproximación más anecdótica que critica a la cultura de la fama en Italia, algo que podría extrapolarse tranquilamente a países como España. Garrone  incide en la cultura televisiva y en programas tan mediáticos como “Gran Hermano”.

Recuerdo que la primera edición de Gran Hermano en España coincidió con la boda de mi hermano menor en el Puerto de Santa María. Pues bien como el concursante, que finalmente ganó, era de Cádiz, muchas personas se buscaron un hueco para encontrar una televisión donde ver el final del concurso y otras, incluso, se llevaron televisiones de pilas. Los demás aprovechamos para degustar viandas y caldos con tranquilidad y sin agobios mientras duró el programa.

Esta anécdota viene  a cuento porque la película comienza con una boda y el momento estelar  de la celebración tiene como protagonista al último ganador del concurso, quien llega en helicóptero, dice cuatro frases hechas, saluda y se va, causando furor entre los asistentes. ¿Cuál es el mérito del ganador de un concurso que solo desnuda física y psíquicamente a los concursantes? ¿Esa  televisión que nos idiotiza, es la cultura que seguirá prevaleciendo en este siglo de “grandes hermanos”?, ¿Es la auténtica y única cultura de la imagen del siglo XXI ?

Garrone hace un guiño al gran cine italiano de siempre  y  nos acerca a Cinecittá los estudios por los que pasaron Fellini, Rossellini, Visconti o Vittorio de Sica entre un  largo etcétera y nos muestra como ahora sirven para casting de los posibles concursantes de programas de televisión.

“Reality” es un fresco popular de Nápoles, con personajes fellinianos, algunos de ellos grotescos, pero a los que Garrone, como Fellini trata con una gran ternura. Una película coral que justamente decae cuando el director incide  en  la locura del protagonista. La fuerza del relato se desvanece en ese individualismo que va apartando al resto de personajes.

 

Excepcional el actor protagonista Annielo  Arena que me enteré, cuando “Reality”  se presentó en el  festival de Cannes, que no asistió porque no obtuvo permiso de las autoridades penitenciarias italianas ya que lleva cerca de veinte años preso en la cárcel de Volterra. Qué por qué.  Habrá que preguntárselo a los organizadores de GRAN  HERMANO, para ellos si sería un tema prioritario. Los demás nos conformamos con cine y si es bueno,mejor.

LA VIDA EN 100 MINUTOS

He visto “La vida perra de Juanita Narboni”. Ya sé que no es un estreno pero existe el dvd. Me he despertado muy temprano y he enchufado el reproductor para introducirme en la vida de la protagonista y su ciudad, Tánger, que fue un símbolo de convivencia y diversidad de culturas en periodos tan convulsos como las guerra civil española o la II Guerra Mundial.

El escritor Angel Vázquez

Conocía la novela de Ángel Vázquez, uno de los últimos “malditos” de la literatura española contemporánea  y sabía que cuándo éste escritor ganó el Planeta en 1962 por  “Se enciende y se apaga la luz”, lo encontraron malviviendo en Casablanca donde residía desde hacía algunos años.

Tres años después dejó Marruecos y se trasladó a España donde escribió “La vida perra de…” y donde falleció en 1980 de un ataque al corazón, a los 49 años. Sus amigos le encontraron pocas horas antes de su fallecimiento quemando dos novelas que había escrito  y de las que no estaba satisfecho. Era muy exigente consigo mismo y buscaba una perfección que se truncó demasiado pronto. Ahora en 2012 podemos revisar  “La vida perra de Juanita Narboni (Cátedra 2005) porque seguramente junto a “Cinco horas con Mario” de Miguel Delibes, es uno de los mejores monólogos de la literatura española contemporánea.

El caso es que no había visto la película, se me había escapado en más de una ocasión y he conocido a través de la actriz protagonista, Mariola Fuentes ( El cielo abierto”, “los muertos no se tocan,nene”,etc) como pudo ser físicamente aquel personaje, entre patético y tierno; reprimido e irónico; envidioso y generoso  que, en su largo monólogo va crispándose y amargándose como prueba de su fracaso en la vida y metáfora de la decadencia de la propia Tánger.

La actriz Mariola Fuentes

Juanita Narboni es aquella tía solterona  que todos tuvimos y que en ningún momento era capaz de abandonar su entorno. Para ella los hombres eran un  problema aunque en el fondo desease ser como su hermana, liberal y abierta a cualquier relación… Juanita se encierra en sí misma y va encontrándose cada vez más sola. Unos se van de Tánger, otros fallecen y ella va envejeciendo  en una ciudad  que la acompaña, como un personaje más, en su inexorable decadencia.

En “La vida perra de Juanita Narboni”, una coproducción hispano-marroquí de 2005, que dirige la también guionista y periodista marroquí Farida Benlyazid, hay hueco para el humor y la ironía pero, sobre todo, y es lo que más ha quedado de esta mañana lluviosa, persiste el paso del tiempo; como la vida trascurre vertiginosamente, casi como los 100 minutos que dura la proyección. Lo peor es que esos 100 minutos  no los hayamos vivido intensamente.

TODOS SOMOS "VULNERABLES"

Ideal, así se llaman los cines situados entre dos plazas madrileñas con nombres de dramaturgos: Benavente  y  Tirso de Molina . Estas mañana la sala rebosaba .  Profesionales, jubilados, parados… Justo en la entrada, un  comedor social: Ave María. Una larga cola esperando el desayuno . También profesionales, jubilados, parados… Forman parte de ese 21 por ciento de la población española que está por debajo del umbral de riesgo de pobreza. Y mientras las elecciones las ganan los de siempre  y  los que antes fueron como los de siempre. La abstención crece pero no es una solución.  Da la impresión que cada vez se vota menos por hartazgo porque los ciudadanos de este país han dejado de confiar en la clase política. Seguimos empobreciéndonos después de que hace casi un  año anunciasen que tenían todas las soluciones a nuestros males. Y  lo peor es que la mayoría que vota se lo sigue creyendo. Además de jodidos, apaleados.

Final del photocall a las puertas de los cines y el comedor

Somos cada vez más vulnerables…Ese es el título de la película que he visto este martes y cuyo nombre  va como anillo al dedo a la situación que vivimos los ciudadanos y ciudadanas de este país. “Vulnerables” porque nos están dando por todos lados  y no parece que dejen de darnos en el futuro.

El comedor social a la espera de los "vulnerables"justo al término de la proyección.

“Vulnerables” es un thriller que juega con lo sobrenatural y lo psicológico. Dirigida y producida por el debutante Miguel Cruz y como otras muchas películas del género, juega con el niño como elemento perturbador de la trama. Títulos  como aquellas lejanas “ Poltersgeist”, “El exorcista”, “El resplandor” o “El sexto sentido”  tuvieron un enorme éxito en taquilla o fueron consideradas iconos del género.

No ocurre lo mismo con “Vulnerables” una historia “dejá vu” en otras muchas ocasiones. Cuenta como una joven madre decide trasladarse a la vieja finca de su familia, en un oscuro pueblo manchego, para seguir los consejos del médico, que le pide que se lleve de Madrid a su bebé por los  problemas respiratorios que sufre.

En la vieja casa, llena de recuerdos, muchos de ellos dolorosos, que Carla (Paula Echeverría)  quiso esconder , se reencuentra con el hijo del guardés (Joaquín Perles) y el hijo de éste( Álvaro Daguerre), un niño con aparentes trastornos psicológicos y síntomas de bipolaridad. La acción gira en torno a los tres personajes  y la casa, la finca, un lugar cerrado y claustrofóbico en el que Carla tiene que vivir momentos llenos de tensión y que cómo ocurre siempre con éste tipo de películas, nunca sabemos porque se sigue quedando ahí cuando todo se mueve y se oyen susurros y gemidos.

Lo que hay que dilucidar y así se lo propone Miguel Cruz al espectador, es si lo que vive Carla es realidad o ficción. ¿Está siendo amenazada o ella imagina que lo está siendo?. Y yo me pregunto. ¿Habrá muchas madres primerizas que con un bebé enfermo se aíslen en un pueblo de la Mancha profunda?. Supongo que no pero entonces  no habría película.

A mí personalmente “Vulnerables” no me interesa pero habrá  otros espectadores que defenderán películas como ésta. Yo no soy un seguidor del género y de las que cité anteriormente  solo me quedo con  “El resplandor”, de Kubrick.  Miguel Cruz, un hombre que proviene de la televisión, y en particular de la comedia , se ha adentrado en el género fantástico , siguiendo pautas del cine independiente y  financiando la cinta con inversión privada.

Pocas  sorpresas, buena factura y  un desenlace demasiado precipitado. Después en el Photocall, una nube de fotógrafos, supongo que muchos de la prensa rosa, acribillaron al director y los actores,en especial a una espléndida Paula Echeverría,  que con falda azul y blusa roja siguió siendo la protagonista en la mañana del Ideal.

Fuera, en  la calle comenzaba a formarse la fila de los “vulnerables” . Hoy comerían caliente.