| Un lance del juego en el Rayo-Madrid (MARCA) |
Realmente el Real Madrid de Xabi Alonso no juega a nada. Vimos algunos
brotes verdes con la presión alta y, el aparente compromiso de los jugadores,
sobre todo contra el Barcelona y posteriormente con el devaluado Valencia, pero
tras ese paréntesis, el equipo vuelve a adolecer de todo con la derrota sin
paliativos ante un Liverpool mucho más intenso y rematador y su desganado
empate frente a un Rayo Vallecano que demostró, una vez más, que el futbol es
un juego de once frente a once y ante la
menor calidad, siempre está el derroche físico y las ganas de no perder frente
a un “grande”. Que se lo digan al Barca y al Atlético de Madrid. Ninguno de los
dos fue capaz de ganar en Vallecas.
Pero, lo del Madrid es preocupante. Los fichajes no están dando el resultado
esperado y los que antes ocupaban un papel secundario están muy lejos de sus
antecesores. Huijsen, tuvo un comienzo brillante y dio la impresión de que el
Madrid había acertado por completo con su fichaje, Su buena colocación y la
limpieza en la salida del balón contrasta con su poca contundencia en los
duelos, sus entradas a destiempo y la poca ventaja que saca a su estatura en
los balones por alto. Es muy joven, pero esa suficiencia que muestra en su
juego, le está pasando factura.
De las incorporaciones en defensa Arnold está pasando desapercibido. Ya
antes de lesionarse apenas demostró nada y sus centros al área no tienen mucho
sentido, porque no hay un nueve rematador. En la otra banda , Carreras, de
momento, es el fichaje más acertado porque ayuda tanto en defensa como en
ataque. Tiene sus lagunas, como el día frente al Atlético de Madrid, pero, en
general , está siendo de los más acertados.
El cuarto fichaje es una incógnita. Se vendía como una estrella
deslumbrante, pero hasta el momento no ha demostrado nada, más allá de algún
buen regate y ayudas en su banda. Es muy joven y habrá que tener paciencia,
pero el Madrid no puede esperar mucho, porque las exigencias se suceden y, este
año ha perdido con todos los grandes, salvo el Barcelona. El PSG lo vapuleó en
el Mundial de Clubes, como posteriormente hizo el Atlético de Madrid en la Liga
y el Liverpool en la Champions. No hay margen de error y menos de abulia y
desgana por sacar adelante los partidos.
Falta, ya lo escribí en este mismo blog, alguien capaz de ordenar el centro
del campo, de dar la pausa necesaria. Güller es bueno, pero no es Modric
y ni mucho menos Kroos, el añorado Toni Kroos, porque ni el año pasado ni éste
se la ha buscado un sustituto de garantías.
Sobran tantos regateadores si no hay nadie que ponga orden. Bien debe
saberlo Xabi Alonso porque él era uno de los jugadores que ocupaba esa
posición, un enorme centrocampista que no ha encontrado a nadie que lleve a
cabo esa labor en el equipo madridista que, no puede fiar todo al acierto
de Mbappé, desaparecido frente a Liverpool y Rayo Vallecano, o los gambeteos de
Vinicius cada vez más previsible para los contrarios y menos efectivo en sus
pases y disparos a puerta.
El fichaje de Xabi había ilusionado al madridismo, pero los cambios que
esperábamos tras la última temporada de Ancelotti, no se han producido y la
temporada no ha hecho nada más que empezar.
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