Los globos
de oro dejaron los galardones en segundo plano. Los premios fueron para el
negro, el color elegido por las asistentes a la gala para protestar contra el
acoso sexual, al que muchas mujeres han sido sometidas en Hollywood y en
cualquier lugar del mundo. Reivindicación de las mujeres que tuvo su momento
cumbre en la intervención de la veterana presentadora Oprah Winfrey, quién
recogió el premio a toda su carrera. En un discurso que tuvo a los asistentes
pendientes de cada palabra, de cada gesto, la presentadora trazó un paralelismo
entre el momento en que los afroamericanos decidieron levantarse contra la discriminación
racial y la lucha y las denuncias contra el acoso sexual.
Al mismo
tiempo, en Francia, la escritora Catherine
Millet es una de las cinco impulsoras de un manifiesto ,que han firmado
cien personalidades de la cultura francesa ,entre ellas Catherine Deneuve, que
denuncia en nuestra sociedad una ola de puritanismo y un retorno a la moral
victoriana. Este manifiesto ha suscitado todo tipo de críticas desde sectores
feministas y han llegado a acusar a las firmantes de "despreciar de facto
a los millones de mujeres que sufren o
han sufrido violencia sexual".
Soy de la
opinión de que las denuncias que se han producido a raíz del caso Weinstein
están sacando a la luz secretos que se conocían a voces, pero que nadie hacía
públicos. El movimiento Me too contribuye
a que las mujeres que hayan sido
víctimas de acoso puedan acusar a quién se aprovechó de ellas. Creo que
hay que separar ambos conceptos. Posiblemente hay un mayor
puritanismo en nuestra sociedad pero los abusos hay que denunciarlos ahora y
siempre. Lo único que me preocupa de todo esto es el papel que juegan las redes
sociales que, en pocos instantes, pueden destrozar la vida de una persona sin que tenga la más mínima posibilidad de defenderse.
Me inquieta que se produzcan
situaciones como la que vimos en "La
caza", la excelente película del danés Thomas Vinterberg , en que un profesor de
guardería es acusado por su comunidad de pederastia, sin atender a sus
explicaciones. Sea verdad o mentira, siempre quedará la sombra de una duda sobre el señalado y en esta sociedad frenética
queda lejos aquello de que una noticia se hacía pública cuando había
suficientes fuentes contrastadas. Ahora, en las redes, lo importante es dar cualquier sucedáneo de noticia porque ya se encontrará la fuente y si no ocurre,tampoco importa.
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