4/18/2015

CUBA: AIRES DE LIBERTAD

Esta misma semana he visto dos películas, que de alguna manera apuntan a que algo está ocurriendo en Cuba . Ambos filmes se anticipan a las negociaciones de Estados Unidos y. Cuba que llevan camino de terminar definitivamente con el bloqueo y la normalización de las relaciones diplomáticas entre los dos países. Coincidencia o no las dos películas que aludo critican al régimen castrista, a su excesiva burocratización y a la falta de libertad que se ha vivido durante 55 años.
"Conducta" de Ernesto Doranas ha merecido una mención del jurado oficial de la Mostra de Lleida y su actriz protagonista Alina Rodríguez el premio a la mejor interpretación femenina. "Conducta" es una película que se sitúa en el campo de la enseñanza. Una maestra que lleva décadas enseñando se opone a una funcionaria del ministerio de educación que pretende que uno de los alumnos, particularmente conflictivo, sea trasladado a una escuela especial. La maestra defiende que la labor del docente es ayudar a que ese adolescente se integre a la sociedad frente a la rigidez burocrática de la empleada del Estado. La maestra representa la sabiduría, la comprensión, la paciencia ante cualquier falta de humanidad. Se opone a que la retiren de la enseñanza porque la consideran mayor, a lo que argumenta, diciéndole a la funcionaria, sí eso significa que considera mayores a los dirigentes que han gobernado en el país durante tantos años. 


Toda la película es un canto a la tolerancia frente a quienes se atienen a las reglas establecidas sin tener en cuenta a los seres humanos. La película, que también  ha obtenido el premio del público, ha sido una de las sorpresas de esta XXI edición de la Mostra de Lleida, en que finalmente ha ganado un interesante y renovador filme mexicano "Gueros".
Pero volviendo al tema que nos atañe la otra película que no es nada complaciente con el régimen castrista es "Regreso a Ítaca" dirigida por el francés Laurent Cantet y con guión de el mismo y el conocido escritor cubano Leonardo Padura. Cantet ,quien precisamente es autor de un filme que es un elogio a la educación y al papel fundamental
 de esta en la formación de los individuos, "La clase", cuenta en esta película el regreso de un exiliado a La Habana tras permanecer 16 años en España. 
Laurent Cantet en Madrid
El filme, que se ha estrenado comercialmente esta semana, nos sitúa en una terraza sobre el mar en que cinco amigos dirimen sus cuentas pendientes, las cuestiones que nunca han llegado a aclarar entre ellos pero sobre todo es muy crítico con el régimen castrista recordando que, durante su juventud se les prohibía llevar los pantalones estrechos, el pelo largo o la música en inglés que se consideraba imperialista. Recuerdan también como se frustraron sus inquietudes culturales y profesionales y como desde los más oscuros rincones del aparato político se tejían todo tipo de manejos, para controlar a todo aquel que tuviese una mínima oposición. Es un regreso a la patria, al país que aman, pero al mismo tiempo una crítica al inmovilismo que se ha asentado en Cuba durante más de medio siglo.
Hay en la amargura, un cierto canto a la esperanza quizá como anticipo a esas esperanzadoras conversaciones con Estados Unidos y al inicio de una nueva época. El cine una vez más, se anticipa a la historia.

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