No son muchas las películas que sobre Palestina se han
estrenado comercialmente en nuestro país(“Los
limoneros”,”Zona libre”,”La banda nos visita”) por eso resulta gratificante
que en estos tiempos , tan difíciles para el cine independiente en nuestro
país, haya distribuidoras que nos refresquen la memoria sobre un conflicto que parece no tener fin.
“Inch’ Allah” (Si Dios quiere) es una coproducción
franco-canadiense que no deja de ser una
mirada de los occidentales, a través de
los ojos de una joven ginecóloga, de la situación en que viven los refugiados
palestinos y la vida de los israelíes al otro lado del muro.
Chloe con su amiga israelí |
Chloe con sus amigas palestinas |
Chloé, Evelyne
Brochu,estupenda actriz, es la joven ginecóloga que vive en Israel y que diariamente se traslada a un campo de
refugiados palestino donde atiende a las embarazadas como Rand(Sabrina Ouazani)
que se convierte en su amiga. Al mismo tiempo mantiene amistad con su vecina una
soldado israelí Ava(Sivan Levy) con
la que sale y conversa habitualmente.
Poco a poco esa mirada neutra va tomando posiciones. Esa
relación con personas que se encuentran a ambos lados de los muros y puntos de
control del campo de refugiados irán cambiando sus convicciones y su aparente falta de implicación. No es una película maniquea, pero la
balanza se va volcando hacia el lado palestino.
La directora Anais Barbeau-Lavalette,
que procede del campo documental, hace que “Inch’Allah”
mantenga esa línea entre la ficción y el reportaje documental. Anais
Barbeau dijo que su película refleja “todas
las ambigüedades de una situación. Una mezcla de amor y de odio; de fascinación
y de enfrentamiento. Cuanto más veía, menos entendía, pero más quería
sumergirme en ese mundo”
Si nos sumergimos en ese mundo veremos cómo los palestinos
viven en condiciones infrahumanas sobreviviendo si Dios quiere porque nadie de la comunidad internacional es capaz
de tratar con justicia una situación que persiste desde hace sesenta años. Se
les han quitado sus tierras, sus niños mueren por lanzar piedras a los carros
de combate israelís; las mujeres tienen que parir en un coche porque se les impide el acceso al
hospital y cada día pueden esperar un ataque
indiscriminado en represalia a los
atentados palestinos, que nacen de la desesperación y la impotencia.
A Chloe se le dice “no es tu guerra. No te llenes el plato con
nuestra mierda”. Todos estamos rebozados por no mirar .Por eso conviene que
veamos “Inch Allah”.
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