Lo fantástico y la Guerra civil española han encontrado más de
un punto en común estos últimos años.
El mexicano Guillermo del Toro nos llevó por sueños y
pesadillas primero con “El espinazo del diablo” y posteriormente con la celebrada
“El laberinto del fauno”. Incluso Alex de la Iglesia nos introdujo en un
mundo surrealista para narrar una historia de dolor, crueldad y muerte en “Balada
triste de trompeta”.
El caso es que nos encontramos ante un subgénero que se está
renovando porque son más de tres centenares las películas las que se han hecho
sobre la Guerra Civil ,aunque buena parte de ellas con objetivos claramente
propagandísticos.
“El bosque”, la nueva película del realizador catalán
Óscar Aibar ( “Atolladero”,”Platillos volantes”,”El gran Vázquez”,etc)
narra los inicios de la guerra civil en una pequeña localidad de la región turolense
de Matarraña, lindante con la provincia de Tarragona.
La masía y el paisaje en que se desarrolla la acción son unos
personajes más de una historia en que
subyace el odio y las viejas rencillas entre los habitantes del pueblo. El
estallido de la Guerra Civil, como en otros muchos pueblos de España, dará paso
a la violencia indiscriminada. Ramón (Alex Brandemühl) y su mujer,Dora
( María Molins) viven junto a su bebé en
la masía y aunque no poseen grandes bienes, son odiados por los sectores más
radicales de la izquierda en especial por
el “Cojo” (Pere Ponce) ,que siempre deseó a Dora.
Sabiendo que van a ir por él, Ramón decide refugiarse
en la maleza de un extraño bosque desde el que emana un fulgor
sobrenatural las noches de San Lorenzo (la
más calurosa del año) y la de San Blas (la más fría).De él nadie ha vuelto y
nadie del pueblo conoce de su existencia, salvo el propio Ramón y su mujer,
Dora.
Basado en uno de los primeros cuentos del escritor Albert
Sánchez Piñol ( “La piel fría”, ”Pandora
en el Congo”, etc), “El bosque” reúne elementos de su obra posterior
como son , por un lado, la lucha de lo natural
contra lo humano y por otro, el miedo al monstruo, a lo desconocido.
Guerra civil y género fantástico en una ambientación rural que acentúa la
fuerza del relato. Unos personajes que aman, sufren, desean, odian pero que,
sobre todo, luchan por sobrevivir y lo fantástico se convierte en una solución,
en una forma de escapar del mal que nos rodea.
Lo real, lo fantástico, ciertos toques de humor para un filme
que incide en la sinrazón de la violencia y esta vez apuntando a grupos
anarquistas, mucho más violentos que miembros de las Brigadas Internacionales ,más
próximas en el filme a las ideas comunistas. Recuerdo que Juan Antonio Bardem, el director de “Calle
Mayor” se levantó airado junto a unos amigos ,en los cines Renoir del Cuatro Caminos madrileño, cuando la
proyección de “Tierra y libertad” de Ken Loach, no llevaba más de
media hora. Aquella película criticaba abiertamente a los comunistas por su
actitud en la Guerra Civil frente a anarquistas y los miembros del POUM. Con “El
bosque”, el viejo Bardem, militante comunista hasta su muerte, se hubiese
quedado hasta el final.
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