EL AMOR
DE ANDREA (España.2023.101’)
DIR:
Manuel Martín Cuenca
INT.:
Lupe Mateo Barredo, Fidel Sierra, Cayetano Rodrígez, Agustín Domínguez, Irka
Lugo, Jesús Ortiz
Cádiz es una
protagonista más de la nueva película de Manuel Martín Cuenca. “El amor de
Andrea” respira Cádiz por todos los
rincones. Las olas de la Caleta; la playa, los baños , el castillo de San
Sebastián, la catedral, el mercado, los
parques y las calles estrechas donde pueden escucharse los pasos de los
viandantes camino de casa o buscando la caña y la tapa en bares y terrazas.
Es un Cádiz
con un sol más apaciguado, otoñal, en el que vemos hasta un día de suave
lluvia. Es un Cádiz en el que transitan unos personajes que buscan salir
adelante, con una madre que trabaja de sol a sombra y una adolescente que se
ocupa de sus dos hermanos pequeños con las obligaciones de una adulta; mientras
el padre permanece ausente, fuera de ese círculo familiar que abandonó hace
algún tiempo.
Manuel Martín Cuenca busca otros temas alejados de su cine inquietante que muestra la maldad de los seres humanos. La xenofobia; la pedofilia, el incesto o el rapto de bebés se suceden en sus películas desde su debut en el largo con “La flaqueza del bolchevique” y posteriores filmes como “Caníbal”, “La hija” o “El autor”. Aquí se aleja de esa temática aunque puedan subsistir sospechas de malos tratos u otro tipo de abusos.
Andrea, la
adolescente de quince años, está interpretada por la joven gaditana Lupe Mateo
Barredo , quien da consistencia a un personaje sobre el que recae todo el peso
de la película. Es una joven dulce que cuida de sus hermanos con absoluta
responsabilidad y que apenas tiene tiempo para ella misma. Solo se pregunta por qué su padre los
abandonó, al no encontrar respuestas en su madre. Así que pone todo su ahínco
en encontrarle porque quiere recuperar sus derechos como hija.
La
protagonista no puede vivir su adolescencia, tiene demasiadas obligaciones,
pero también quiere saber que pasó y que la alejó del padre en una infancia
difícil por los `problemas económicos, las continuas visitas a la abogada o la
sombra de los malos tratos.
Andrea se
recuesta en la playa y se deja adormecer por el sol. La acompaña un libro que
le regaló su padre, “Juan Salvador Gaviota” que, es un aprendizaje de la vida y
en el que también subyace la idea del perdón. Ese libro lo abre mientras las
gaviotas revoletean sobre ella con una cámara que describe su determinación y
al mismo tiempo sus pequeños instantes de intimidad .
Manuel
Martín Cuenca invita a que veamos a un Cádiz más bonito que cualquier otro
escenario, con una adolescente que no le tiene miedo a la cámara y que trasmite
sus sentimientos al espectador. Un Cádiz sin tópicos y sí, muy real.
Bien contada y con buenos mimbres de la debutante Lupe Mateo Barredo quién se deja querer por la cámara.
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