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| Las fotos de G.Suarez son de la periodista mexicana Adela Mac Swiney |
Cuando se
estrenó "Remando al viento",
allá por 1987, algunos para calificarla y de paso elogiarla decían que no
parecía española. Nada en la obra de Gonzalo Suárez adopta un cliché establecido
todo lo que hace tiene un tono universal y profundamente libre. Aquella
película parecía muy inglesa por la sensibilidad de la narración y la plasticidad y belleza de sus imágenes pero
tenía el sello de su cinematografía
"Remando al viento", rodada en
inglés con un joven Hugh Grant como protagonista, puso el colofón a la entrega
de la medalla de Oro del Circulo de Bellas Artes, al cineasta, escritor y
periodista asturiano en un corto y emotivo acto celebrado en el cine Bellas
Artes de Madrid.
El
presidente del Círculo, Juan Miguel Hernández León recordó que la carrera de
Gonzalo Suárez es "única, irrepetible y universal" a lo que Gonzalo
Suárez en un discurso divertido, socarrón y ligeramente nostálgico le respondió
que todos los premios le parecen
sospechosos, entre otras cosas porque el presidente era amigo y también varios
de los miembros de la Junta directiva.
Con humor e
ironía, a sus 83 años, dijo que "había
unos años en que el tiempo parecía que pasaba ahora no, ni pasa", pero
eso sí "que los recuerdos no te
alcancen". Por eso, seguramente, se le ve activo, sin renunciar a sus
paseos y a los encuentros con los amigos. Echa de menos el cine, sobre todo los
rodajes, como la aventura que supuso "Remando
al viento", con las cámaras en medio de un gran temporal en el Mar del
Norte y posteriormente otro en el suizo lago Leman. Es cierto que "Remando al viento" es su título
más famoso pero su carrera incluye hasta veinte películas, algunas tan notables
como Parranda, Epílogo, Don Juan de los
Infiernos o Mi nombre es sombra. Obras con una notable interrelación con la
literatura ("De cuerpo presente",
"Tres veces trece", "Rocabruno bate a Ditirambo"...) porque
para él es la génesis de todo lo que he
hecho" También se habló de sus artículos periodísticos que firmó con
el seudónimo de Martin Girard y en los que analizó deportes como el boxeo y el
fútbol, dos de sus grandes pasiones.
Sobre su
trayectoria y proceso creativo afirmó que "uno no hace las cosas, las cosas le hacen a uno" y recurrió a
un símil futbolístico: Si vas a meter un
gol y lo piensas, entonces fallas"
No hay
errores en la libertad con que ha dotado su obra, en la inmensa humanidad que
trasmite todo cuánto ha hecho hasta la fecha.Y quizá un consejo o una última
reflexión:
"Con un lápiz y un papel puedo tratar de
contar historias. A los del cine les diría que el lápiz es la cámara y el papel
la pantalla"
Esas pantallas
trasmiten nuestros sueños, igual que las hojas de papel rellenas de palabras.
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