“Elefante blanco”, dirigida por Pablo Trapero, uno de los
directores argentinos más conocidos en nuestro país gracias a títulos como
“Mundo grúa”, “EL bonaerense” o “Carancho”, sitúa la acción en una barriada de
Buenos Aires en la que Ricardo Darín interpreta un sacerdote integrado en el
barrio que ayuda a los más desfavorecidos, pero sin implicarse demasiado en las
guerras entre bandas ,enfrentadas por el control de la droga o exigiendo
un mayor esfuerzo a las autoridades
eclesiásticas o políticas, para que cumplan sus promesas de dotar al barrio de
viviendas dignas.
Como contraste otro sacerdote más joven, interpretado por el
belga Jeremie Renier que ha sido rescatado por el propio Darín de un país
centroamericano, donde ha sido el único superviviente de una matanza ejercida
por fuerzas militares contra los indígenas de su comunidad. El personaje
interpretado por Renier se mueve entre el sentimiento de culpa por haber
sobrevivido a la matanza, las dudas que ello le causa en su condición de
sacerdote y la necesidad de combatir
cualquier tipo de injusticia después de lo que ha vivido. Una película de tono
realista y creíble que me lleva más atrás en el tiempo.
Con el referente de “Flores de Luna”, de hecho Darín hizo una presentación de la película ,previa a su estreno, en el madrileño Pozo del Tío Raimundo, “Elefante blanco” me acerca a “La Misión”, aquel filme de corte épico que protagonizaron Jeremy Irons y Robert de Niro y que narraba el compromiso de los jesuítas con los índígenas en países suramericanos como Bolivia, Brasil y Paraguay durante los siglos XVI al XVIII.
Los jesuítas fundaron los denominados reductos o misiones que acogieron a amplias comunidades de indígenas a los que educaban y al mismo tiempo protegían de los abusos de los españoles o portugueses,
Aquella película dirigida
por Roland Joffe (Los gritos del silencio”, “Encontrarás dragones, etc)
me ha hecho encontrar paralelismos entre los protagonistas…Ricardo Darín sería
en “Elefante Blanco el Jeremy Irons de “La misión”; mientras el papel de
Jeremie Renier estaría más cerca del que interpretó Robert de Niro, más
combativo y capaz de enfrentarse con el poder establecido, si consideraba que
era una injusticia lo que se estaba cometiendo con ellos y los indios con los que convivían.
“Elefante blanco” es una historia con una gran carga de
realidad, reflejo de un cine necesario y comprometido que recoge sentimientos
de valor, amistad, amor y sobre todo solidaridad frente a la mentira y la
corrupción que impide una vida digna para los habitantes del barrio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario