(Foto de Unifrance) |
Recuerdo a Juan Antonio Bardem abandonando no de muy buen humor una proyección de “Tierra y libertad”, de Ken Loach, en el desaparecido Renoir de Cuatro Caminos. Militante del Partido Comunista durante toda su vida, el cineasta no se sintió a gusto con aquella película sobre la Guerra Civil Española en que se criticaba al Partido frente al papel llevado a cabo por los anarquistas y los troskistas del POUM.
Juan Antonio Bardem siempre fue un convencido comunista y en momentos lo pagó con la cárcel durante el régimen franquista que también se ocupó de censurar muchas de sus películas, aunque a pesar de todo nos ha dejado auténticas obras maestras como"Muerte de un ciclista o "Calle Mayor"
El cine de Juan Antonio Bardem es un cine del compromiso con la sociedad y de denuncia de una España oscura y reprimida- Después de su debut con Luis G. Berlanga con “Esa pareja feliz”, una comedia que dejaba traslucir los problemas a los que se enfrentaban los jóvenes en los años cincuenta como la falta de vivienda o la precariedad en el empleo. Tanto Berlanga como él debutaban en aquella película que tuvo su continuidad con ”Bienvenido Mr. Marshall”, una crítica a los norteamericanos y sus planes de ayuda a Europa , de los que España quedó excluida, y que se disfrazó de película folklórica. La dirección acabó siendo de Berlanga, pero Bardem escribió el guion con el cineasta valenciano y Miguel Mihura.
Tuve ocasión
de entrevistar a Juan Antonio Bardem en muchas ocasiones y estoy convencido de
que uno de los trabajos en los que se encontró más a gusto fue la serie que hizo
sobre Federico García Lorca en Televisión Española. Fue una enorme satisfacción
para él porque admiraba profundamente al poeta de Granada.
Para
Televisión Española dirigió uno de los capítulos de la serie “La huella del
crimen” , concretamente el dedicado a Jarabo, un famoso asesino de la alta
sociedad madrileña que acabó siendo ajusticiado. Jarabo estudió como él en el
colegio del Pilar.
La última
vez que lo vi fue en 200O en la Mostra de Cine Latinoamericano de Lleida, de la
que fue jurado. Al regreso volvimos en el mismo tren y charlamos durante el viaje
de algunos amigos comunes y de la candidatura de su sobrino Javier al Oscar por
su papel en “Antes de que anochezca”. Recuerdo que como ni él ni su mujer, eran muy
amigos de las comidas preparadas en los trenes llevaba su tartera con tortilla,
jamón y algún queso regado con media botella de vino de Rioja. Se mostró campechano
y abierto fuera de micrófonos y la última imagen que tengo de él y de su mujer
fue cuando los ayudé con sus maletas a descender del tren. Dos años después
falleció en Madrid. Ahora en el
centenario de su nacimiento debe recuperarse
su figura y revisar alguna de las buenas películas que nos legó.
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