6/09/2016

FUKUSHIMA. MON AMOUR", EL COMPROMISO Y LA POESÍA DE DORIS DARRIE, UNA CINEASTA CON MAYÚSCULAS

En el festival de cine alemán que se celebra en Madrid  comencé viendo "Fukushima, mon amour" de una realizadora ya clásica, referente de la cinematografía alemana como es Doris Darrie, autora de títulos como "Hombres, hombres" o "Nadie me quiere" , comedias que en los inicios de este siglo dieron paso a su fascinación por Japón , al interés que despierta en ella el país asiático y que ha trasladado a los espectadores en "Sabiduría garantizada"(2000), "Cerezos en flor" (2008) y el filme que nos ocupa actualmente "Fukushima mon amour ".
Es un filme emotivo y la primera vez que una cineasta se acerca a los supervivientes de Fukushima tras el tsunami y la catástrofe nuclear acaecida en 2011.
La protagonista de la película es una joven alemana (Rosalie Thomass) que viaja a Japón huyendo de un fracaso sentimental. Pertenece a una compañía de payasos que intenta devolver la felicidad y la esperanza a los habitantes de Fukhusima. Ya no quedan jóvenes, se han ido de la ciudad. Solo los mayores se resisten a dejar sus casas, aunque vivan en edificios prefabricados , tienen la remota posibilidad de regresar algún día. Solo Satori, la última geisha, hace caso omiso de la alta radioactividad que hay en su antigua casa y se dispone a reconstruirla tanto como su pasado y las heridas que le produjeron la muerte de personas cercanas.

Doris Därrie,en el centro,flanqueada por la intérprete y la coordinado regional de German Films
En la rueda de prensa que hubo con posterioridad a la proyección, Doris Darrie, comentó que el título que eligió que recuerda a la mítica "Hiroshima,mon amour", de Alain Resnais, era una manera de rendir homenaje al pueblo de Japón .
En su película busca el contraste entre el Japón tradicional y el actual a través de la mirada de la joven clow que tras muchas dudas, establece una relación de amistad y complicidad con la última geisha , dejándose seducir por las canciones y las tradiciones y comprendiendo como puede haber belleza en un paisaje desolado , en el que habitan los fantasmas de quienes tuvieron que dejar precipitadamente esta tierra como consecuencia del tsunami.
"Fukhusima, mon amour", desprende poesía. Rodada en blanco y negro, casi como un homenaje a los grandes maestros japoneses, la `película   describe la desolación que se vive en la zona a causa de tsunami y el accidente nuclear. Darrie es una clara detractora de la energía nuclear y recuerda que mientras en Alemania se han buscado energías alternativas, en Japón hay todavía más de medio centenar de centrales activas, siendo un país con frecuentes movimientos sísmicos.
A pesar de estos datos preocupantes, la cineasta alemana demuestra que  sigue creyendo en el ser humano, que confía en que seamos capaces de superar nuestros problemas . "La esperanza-dijo en la rueda de prensa- es algo muy importante para mí, creo que mi objetivo es abrir puertas y que los espectadores no salgan tristes o deprimidos cuando termine mi película.
Junto a actores profesionales, la cineasta alemana ha contado con los propios residentes del centro de acogida y por ejemplo, comentó, el monje que cuida de esta comunidad cuenta su propia historia. Desde que ocurrió la catástrofe no puede reir, ni llorar. Según me dijo, su participación en la película le ayudó mucho emocionalmente.

Doris Darrie contó que el personaje de la geisha se basó en un reportaje aparecido en el New York Times sobre la última geisha que sobrevivió al tsunami y que fue trasladada a una residencia de ancianos. Tres jóvenes geishas, cuando leyeron el artículo, se interesaron por ella, para conocerla y aprender  , y en particular, una canción que, para mí, es el legado de la película.
Afortunadamente "Fukushima,mon amour", si se verá comercialmente en España

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