La verdad es que ha pasado un buen rato. Me he reído con
estos "Ocho apellidos catalanes"
que no envidian a los vascos y que estoy seguro que también van a tener una excelente
taquilla. Hay una producción más potente e incorporación a los habituales de la
primera entrega, de los brillantes Rosa María Sardá y Berto Romero.
No viene mal que nos riamos de nosotros mismos, que sepamos
diferenciarnos y sacar punta de nuestros defectos y seguramente también de
nuestras virtudes. Decía Berlanga que el género por antonomasia del cine
español era la comedia mediterránea y el maestro no estaba equivocado. Pueden
ser más ácidas como las que dirigía Berlanga o más directas como las de Emilio
Martínez Lázaro que lleva acumulando varios éxitos en taquilla y con gran aceptación popular desde la ya lejana "Amo tu cama rica" o posteriormente
las dos entregas de "Al otro lado de
la cama". Y Emilio ha hecho cine de corte intimista como "Las palabras de Max" que
ganó el oso de oro en Berlín o un excelente thriller situado en el entorno de
Eta, titulado "La voz de su
amo" pero sabe que el público español siente especial predilección por
la comedia y ahí que se ha metido de lleno.
"Ocho apellidos
catalanes" tiene un gran arranque y un gran final . Todo se
sustenta en un guión coherente, diálogos ágiles y un puñado de buenos actores.
Emilio Martínez Lázaro dirige con acierto y consigue un resultado que nos hará
reír y olvidar malos momentos.
Además la película no puede resultar más actual. porque la
boda que van a tener los protagonistas, Pau (Berto Romero) y Amaya (Clara Lago),
va a ser la primera que se celebre en la República Catalana, un estado que se
inventa Pau para que su octogenaria abuela (Rosa María Sardá) declarada
independentista, crea que la república es ya una realidad. Me lleva a recordar
"Good By Lenin", aquel
filme en que los hijos tratan de ocultar a su madre, por todos los medios, que
ha caído el muro de Berlín y ya no viven en un país comunista, incluso el
ambiente del pueblo me retrotrae a aquel Bienvenido
Mr, Marshall de Berlanga, con los habitantes disfrazados de catalanistas en
lugar de andaluces.
"Ocho apellidos
catalanes" es una broma de buen gusto. Veremos cómo les sienta a los
señores de Convergencia, Esquerra, la Cup o los representantes de la Asamblea
Nacional Catalana...Quizá alguno esboce una sonrisa, y se muestre comprensivo
con el humor de otras gentes del estado, todavía español, al que siguen perteneciendo.
Lo que hemos visto esta mañana es una españolada pero como decía Resines, en
otra pequeña joyita de nuestro cine "La
niña de tus ojos", de Fernando Trueba, ¿qué quieren que hagamos los
españoles austrohungoradas,italianadas o
francesadas? . Y es sobre todo humor mediterráneo de este lado de los Pirineos.
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