7/16/2009

Dos mil doscientas sesenta y ocho


Dos mil doscientas sesenta y ocho son el número de páginas que me he metido entre pecho y espalda durante el último mes y medio.No recuerdo tal heroicidad en mi ya larga vida.Me he metido buenos tochos en mi cabeza a los que no han sido ajenos Cervantes, Tolstoi o Proust,pero nunca había pensado que un fenómeno editorial como Millennium me iba a tener enganchado durante cuarenta y cinco días.

No estamos hablando de una obra maestra, ni mucho menos, pero sí de tres libros que ,a pesar de su extensión, se leen a un ritmo frenético.

A mí ,más que Lisbeth Salander ,ensalzada desde todos los púlpitos feministas por su determinación, inteligencia o habilidades múltiples, me interesa el personaje de Kalle Blomkvist por su espíritu quijotesco y en cierto modo, también romántico.
Millennium,la revista, es posiblemente el último reducto que le queda al periodismo cada vez más adoceñado por el poder. Una pequeña publicación que no se pliega ante nada ni ante nadie , y en la que Kalle es la punta de lanza que se enfrenta a molinos de viento, disfrazados de financieros; es manteado por mafiosos; ama,eso sí a más de una Dulcinea, y de vez en cuando viaja con ella/s o, en solitario a una insula Barataria, en la que se escucha el sonido del mar.
Salander es su Sancho Panza,una hacker que en momentos es D. Quijote y otorga a Kalle la condición de fiel escudero.Son la pareja determinante de la trilogía, como también hemos podido comprobar en la más que acertada adaptación cinematográfica del primer libro, "Los hombres que no amaban a las mujeres" de Niels Arden Oplev,y la buena noticia es que los libros siguientes también han sido adaptados por los suecos y no por la voraz factoría hollywoodiense
He dicho que me interesa Kalle como periodista incorruptible y por ser el único personaje masculino con una fuerte carácter en la trilogía del desaparecido Stieg Larsson.
Son las mujeres ,los personajes femeninos, los que tienen muchos más matices y personalidad a lo largo de las dos mil doscientas sesenta y ocho páginas.Aparte de Salander,la periodista Erika; la abogada Anikka; las policías Sonja y Mónica son secundarias de una gran fuerza y capacidad intelectual. Todas son grandes profesionales en su campo como ocurre también, aunque con menor protagonismo en sus actuaciones con el responsable de Milton, Armanskij, el buen abogado Palmgren, y el joven periodista Cortez.Quizá el personaje masculino que tiene más influencia después de Kalle,sea el doctor Anders Jonasson que ,en sus escasas apariciones ,muestra una gran seguridad y convicción en todas sus actuaciones.
En cambio la mayoría de los personajes masculinos representan el mal. Hay pederastas, maltratadores, violadores, corruptos o asesinos sin más. Son personajes sin escrúpulos que contrastan con la honestidad de los personajes femeninos.
A mí,posiblemente,lo que más me ha interesado de "Millenium" en su conjunto, más que la acción, la intriga o la estructura de la novela, es el halo anticorrupto que apreciamos en sus páginas.El poder de la prensa desde la honestidad y la verdad. Un periodista que investiga sus fuentes , que es capaz de ir a la cárcel por no revelarlas, que pone en jaque a un imperio financiero; que investiga la trata de blancas; que denuncia los corruptos,que huye del amarillismo,que se adentra en las cloacas del estado,que lucha por lo que cree; que también ama y que tiene amigos.
Ese es el personaje Kalle/D. Quijote, pero es una pena que no existan/amos muchos como él en la vida real.Todo lo demás en "Millennium"es entretenimiento, buen entretenimiento.
Más de un estudiante de periodismo ,que se adentre en las páginas de estos libros se encontrará con el personaje que hubiera querido emular.
Un personaje incorruptible enfrentado al poder a cualquier tipo de poder. Lo triste es que solo sea ficción.

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