Esta semana
estoy acudiendo con frecuencia a Documenta que celebra en Madrid su
decimocuarta edición.
Este martes
he visto una película que me ha impresionado, se trata de "Radio Kobanî", dirigida por el
holandés Reber Dosky.
Cuenta como
una joven kurda de 20 años, Dilovan , creó una emisora de radio en la devastada
ciudad de Kobane, en Siria, que cayó en manos
del Estado Islámico en octubre de 2014.
Dolovan creó
la emisora cuando las milicias kurdas, apoyadas por los rebeldes sirios comenzaron a reconquistar
esta ciudad de algo más de 62.000 habitantes situada en la región de Alepo. Fue
en enero de 2015,aunque la ciudad no se vio totalmente liberada hasta el mes de
abril de ese año.
Es un relato
crudo, emocionante y profundamente humano. Dilovan, junto a otra compañera
Biter, cuenta el día a día de la ciudad . Una crónica de los refugiados que
regresan; de la recogida de escombros,
de la búsqueda de cadáveres desmembrados; de la lucha de las mujeres kurdas
enroladas en la guerrilla; de un cantante que después de combatir en las milicias
canta sus canciones en la humilde emisora o de un periodista que relata el
horror que ha vivido...Son testimonios que estremecen mientras Dilovan establece
su relato en función del hijo que algún día tendrá, al que le cuenta su
historia, pero sobre todo le abre la puerta a la esperanza.
Escuchamos
esos testimonios mientras en la ciudad devastada continúa la lucha contra los
últimos francotiradores del ISIS ; los F16 destruyen sobre la destrucción o un
militante del Ejército Islámico capturado explica que fue engañado y que solo
quiere regresar con su familia...
Estremecedor
relato con las mujeres como motor, con jóvenes que guardan sonrisas aunque el
dolor esté por dentro cuando recuerdan a la madre o la amiga muerta... Hay en
esa reconstrucción que inician los habitantes de Kobane una metáfora de la
vida, de rescatar los buenos momentos y de pensar en el amor y en lo positivo de los seres humanos...
Dilovan es
el símbolo de la resistencia y la
demostración de que los refugiados existen porque deben salvarse de la muerte...Después
ellos serán los primeros en regresar a sus ciudades y reconstruirlas diciéndoles a quienes les
critican, les insultan o les expulsan de sus países que ellos solo quieren
vivir en el suyo, cuando vuelva la paz.
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