5/19/2009

Benedetti. La voz de todos


Le vimos aparecer recitando a Heidegger en alemán, en "El lado oscuro del corazón",la película de Eliseo Subiela que estuvo años en un cine de Barcelona.Mario Benedetti,poeta comprometido y solidario,tanto en su obra como en la vida, se nos ha ido en su casa de Montevideo,cuando ya parecía que, de momento, había superado la enfermedad que, hace unas semanas, le había tenido postrado en un hospital de la capital uruguaya.
Benedetti ha sido una de las voces más importantes de la literatura de América Latina y España(el escritor latinoamercano no puede cerrar las puertas a la realidad y si ingenuamente procurara cerrarlas,de poco le valdrá,ya que la realidad entrará por la ventana").
Un hombre que hizo una poesía por y para el pueblo, y para denunciar las injusticia y las arbitrariedades, como fue el genocidio cometido por los militares en varios países del cono sur americano, entre ellos el suyo, Uruguay
Su voz ,en aquella película es fruto de sus estudios en el colegio alemán de Montevideo, pero si nos queda aquella imagen física del hombre encorbatado,serio,de rostro bondadoso, de amplio bigote; al mismo tiempo aquella lectura de poemas nos muestra al Benedetti menos cercano a lo cotidiano, al día a día , a la crónica del tiempo que le tocó vivir. Poemas directos que hablan de muerte y de soledad pero también de amor,erotismo, solidaridad o amistad.Poesia profunda pero a la que en muchos momentos no le falta la ironía y el humor. Poemas ,por ejemplo,en que se despide "Hasta mañana"

"Voy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja
para la muerte que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos,tan pequeño

que a Dios invoco, pero no le pido
nada,con tal de compartir apenas
este universo que hemos conseguido

por las malas y a veces por las buenas.

¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
qué este mundo de muerte a manos llenas?

Mi pesadilla es siempre el optimismo:
me duermo débil,sueño que soy fuerte,
pero el futuro aguarda.Es un abismo.

No me lo digan cuando me despierte".

Ahora no despertará ya el viejo poeta al que recuerdo en una larga entrevista en la Casa de América en Madrid, cuando después del exilio, seguía pasando largas temporadas en España antes de instalarse defintivamente en Montevideo. También recuerdo al Benedetti del exilio(de golpe y porrazo entró en el exilio), allá por 1986, cuando en un hotel de Madrid fue uno de los presentadores de "Ardiente paciencia",de Antonio Skármeta, aquella historia del cartero y Pablo Neruda antes de que fuera defintivamente El cartero que ha cruzado mares y fronteras.
En aquella ocasión éramos muy pocos los periodistas que fuimos testigos del alumbramiento
de Skármeta en Madrid y tanto el autor como sus presentadores Miguel Littin y Mario Benedetti estaban más pendientes del partido de fútbol que iba a celebrarse en el Mundial de México, aquel en que Butragueño marcó cinco goles y después en cuartos ,de vuelta a casa.
A Benedetti le gustaba el fútbol,era una de sus pasiones, y un deporte que le hacía salir de sus soledades y de sus silencios.
Pero Benedetti estaba sobre todo comprometido con la literatura.Esa fuerza que le permitió publicar más de ochenta libros de poesía,narrativa o ensayo. Sus "Poemas de la oficina", "Poemas de los otros" o"El olvido está lleno de memoria". Poemas cantados por su compatriota Daniel Viglietti o Joan Manuel Serrat con "El sur también existe".Novelas como "La tregua", que llevó al cine Sergio Renán o obras de teatro como "Pedro y el capitán", en que intenta comprender la violencia que se genera en los sistemas políticos represivos, a través del diálogo entre el torturador y la víctima.
Mario Benedetti fue la voz de América Latina.Poeta de la calle porque él ue taquígrafo,m vendedor,cajero, contable,funcionario público y periodista. Se las pateó y escribió cerca, muy cerca, de todo el que abre las páginas de un libro. Por eso su BRINDIS, por eso el final.

Brindo por los aparecidos
y los desaparecidos
brindo por el amor que se desnuda
por el invierno y sus bufandas
por las remotas infancias de los viejos
y las futuras vejeces de los niños

brindo por los peñascos de la angustia
y el archipiélago de la alegría
brindo por ls jóvenes poetas
que cuentan las monedas y las sílabas
y finalmente brindo por el brindis
y el vino que nos brindan

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://www.elpais.com/vineta/?d_date=20090519&autor=Ram%F3n&anchor=elpporopivin&xref=20090519elpepuvin_2&type=Tes&k=Ramon