2/06/2014

NEBRASKA: Mi película de la semana


 Ya he comentado en estas mismas páginas que son cada vez más frecuentes las películas que se acercan a los mayores, a aquellos que están viviendo la última etapa de su vida. Es lo que ha hecho Alexander Payne con  su última película, “Nebraska”, en la que cuenta como un anciano (magistral Bruce Dern) ha recibido publicidad engañosa y está convencido de que le ha tocado un millón de dólares.
Ni su mujer, ni sus hijos logran convencerle de que es un engaño. El está convencido que tiene que viajar  centenares de kilómetros para recoger su premio. Su hijo pequeño(Will Forte) decide acompañarle a sabiendas de que no hay un millón esperándole.

Padre e hijo emprenden esa road movie a través de la América profunda. De sus seis películas, Alexander Payne tiene la mitad , viviendo en las carreteras. Aquella “Entre copas”, por viñedos californianos o “A propósito de Schmidt”, con un Jack Nicholkson recorriendo en caravana esa América alejada del lujo y los grandes rascacielos.
Camino de Nebraska hacen una parada en el pueblo en que nacieron y deciden reunirse con amigos y familiares.  Su mujer y el hijo mayor viajan también para sumarse al reencuentro. Afloran los recuerdos pero sobre todo la ambición de quienes creen que si ha ganado ese millón. Unos dicen que les debe dinero; otros que ellos le ayudaron en el pasado y que necesitan que él haga lo mismo ahora ; algunos son capaces de atracar al anciano para conseguir el resguardo del premio.

Payne trata a sus personajes con  ternura, deja que estén malhumorados, sean generosos, irónicos o corrosivos. Hay situaciones muy divertidas , plenas de humor en este drama agridulce que habla sobre todo de la vida y de cómo podemos hacer felices, con pequeñas cosas, a quiénes les queda poco para dejarla.

Seis nominaciones al oscar  avalan este excelente filme , mejor película, director, guión, actor protagonista, actriz de reparto(June Squibb) o la gran fotografía en blanco y negro que resalta un  paisaje nebuloso y apagado como metáfora de la crisis económica y en el que la gente corriente sobrevive en el día a día.Si tuviese que buscar algún referente recordaría aquella bella "Historia verdadera" de David Lynch, en que un anciano recorría el país en una segadora para visitar a su hermano.

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