4/03/2013

LOS ILUSOS: AMOR Y MUERTE DEL CINE





He visto que algunos catalogan a “Los ilusos”,la segunda película como realizador de Jonás Trueba, hijo de Fernando, como cine experimental. No creo que haya que asustar tanto al personal. Si es experimental  es en la forma en que se ha rodado, tan sólo veinte días, durante siete meses, casi siempre en media jornada, que es la mitad de tiempo que se emplea en el rodaje de una película normal. No ha sido un proyecto costoso, todo lo contrario y Jonás Trueba confía en una forma de exhibición diferente, llevando la película de ciudad en ciudad, con participación del público y utilizando otras herramientas como internet.
“Los ilusos” ,que tuve la ocasión de ver  la semana pasada en la CINETECA, es cine dentro del cine , seguramente porque Jonás no concibe la vida sin el cine o viceversa. Ha mamado el cine desde que nació y  “Los ilusos” puede referirse tanto a quiénes se sienten absortos con el séptimo arte  como a todos  los que de una u otra forma vivimos en esta sociedad.
DE RODAJE POR MADRID
Lo primero que tengo que decir es que “Los ilusos” me recuerda en el tono a la “opera prima” que filmó Fernando Trueba en los años 80. Es un fresco de los jóvenes del siglo XXI como aquella lo fue del XX. Es como Opera Prima, una película rodada en Madrid, que se mueve por los alrededores de la Filmoteca o se acerca a otros lugares de la capital como la tienda de Jesús, en el Rastro, a la que todos hemos acudido  en busca de la película perdida. Me gusta especialmente el recorrido del protagonista (estupendo Francesco Carril) con dos amigos, atravesando de lado a lado una solitaria Plaza Mayor. Esa quietud de la Plaza en el amanecer, cuando el sueño acecha después de una noche de farra, es la que nos trasmite el protagonista, director de una película de relativo éxito que barrunta ideas en la cabeza pero que no encuentra la manera de concretarlas ni  el apoyo que precisa. Vive el día a día con sus amigos, los ligues, los bares, sus libros y por encima de todos el cine.

FRANCESCO CARRIL Y AURA GARRIDO
 Hay, ya he dicho, excelentes momentos en la película, con diálogo llenos de agilidad, como el que mantienen el protagonista y su amigo en el piso o  la relación que establece con la estudiante de periodismo (Aura Garrido) que le quiere entrevistar. Jonás Trueba nos cuenta una historia de hoy , una historia que han llevado adelante un grupo de “colegas”, que de alguna forma hace que no nos sintamos extraños y que lleguemos a integrarnos como si fuéramos uno más  . Es reflejo de una generación que, como se dice en un momento de la película, piensa que, a diferencia de la juventud que vivieron sus padres, las cosas no van a  ir a mejor sino a peor. Ese amor al cine que impregna cada fotograma de la película  le lleva a Jonás a anunciar  su  muerte , o cuanto menos la de ese cine que estamos acostumbrados a ver y a venerar , que acaba en un contenedor , en forma de VHS o pisoteado por unos niños  que  poco  o nada van a conocer de ese pasado.
 
Los ilusos caminan junto a las salas


 
 “Los ilusos”, rodada en blanco y negro, desnuda Madrid  y a una generación . Pero también     ilusiona a los que todavía seguimos creyendo que todo en la vida es cine o que el cine es la vida.

Se verá en la CINETECA,en el Matadero, a partir del 13 de abril.

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