4/09/2012

CAMISETAS AL SOL




Termina agosto y se acerca la rutina. Agosto es un mes para identificarnos y decirle al vecino quienes somos. En las playas, en los hoteles, en las ciudades podemos explicarle al otro cómo transcurre nuestra vida y de paso recordarle que pertenecemos a tal o cual equipo o decirle que nosotros estuvimos allí.
Este año, y no parece que sea el primero o el último, las camisetas blaugranas  crecen por doquier. En cualquier punto de España ,las tiendas turísticas exhiben camisetas del Barça y en especial de Leo Messi que no es que sea un tipo especialmente agraciado o musculoso pero que supera esas carencias de sex-symbol, jugando al fútbol mejor que nadie, con la alegría y el dinamismo de los niños que sueñan con parecerse a sus ídolos. Lo que ocurre es que él es un  ídolo y sigue jugando igual de bien para parecerse a alguien aunque sea él mismo. Las camisetas de Messi no discriminan. Miles de niños de todo el mundo se han enfundado la zamarra del  argentino y sueñan con emular sus regates, sus pases o sus goles. Pero también se la enfundan, aunque sea dentro de una XXL, los que un día soñaron y  recuerdan vagamente su contacto con un balón, porque ya han construido una barriga cervecera después de un  porrón de años flirteando con la rubia y espumosa.
En las últimas horas ,después del enésimo título del Barça de Guardiola, vuelven a crecer como hongos las camisetas culés y sin preguntar nada identificamos las tendencias deportivas e incluso anímicas de su propietario. Sabemos de qué equipo es y encima que es un tipo alegre y risueño.
Otra cosa es cuando nos empeñamos en decirle al vecino donde hemos estado estas vacaciones. Estás en Cádiz o en Vigo, o en Madrid o Barcelona y llevas modestamente una camiseta con el corazoncito en que declaras tu amor a la ciudad y ves al de enfrente con el mismo corazoncito pero situándose en las Bahamas; Cancún, Nueva York  o Tokio. En las camisetas   también se refleja el poder adquisitivo, aunque estén hechas de la misma tela y seguro que si rebuscamos en sus etiquetas comprobemos que son made in China. Estás tranquilamente sentado en tu hotel, tomándote un café y se te sientan a dos pasos una pareja bronceada que te dicen que estuvieron allí. Puede ser que la camiseta se la trajera un primo o un amigo pero te queda la duda. Además se mueven con seguridad apoyados en el logotipo que hace la diferencia. La camiseta que habito. Almodóvar también ha estado en Nueva York y  en Hollywood y  marca diferencias dentro del cine español. En los festivales internacionales hace años preguntaban si Saura había hecho algo nuevo. Ahora, desde hace ya dos décadas ,vinculan el cine español al director manchego. Se esperan sus estrenos aunque sus últimas películas no han tenido una buena acogida. En la que se estrena el próximo fin de semana ,Almodóvar quiere seguir siendo diferente y se ha arrancado la camiseta. Le basta con la piel que habito.