Esta es una plaza que trae recuerdos de adolescencia y de primera juventud. Es la historia de un primer viaje en un tren eterno y con el miedo de dejar atrás la infancia.
Es la plaza del amigo, y de los bullicios y de los capuchinos, y de las miradas y también de los silencios .Porque hay días, cómo éste de septiembre, en que se esconden las palabras.
Son los días grises del norte que rezuman melancolía y dejan que viajes atrás, y te detengas y por un instante creas atrapar ese pasado rociado por la lluvia del tiempo.
1 comentario:
Me gusta el norte, así con su lluvia, el vacío que sin embargo siempre está lleno de calida humanidad. Como también me gusta el sur, con su lluvia; esas gotas que caen como lágrimas del cielo, pequeñas estrellas que brillan a la luz de las farolas. Cursilerías nada mas.
Elisabeth
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